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Encuentros Diarios
Abril 14, 2023
¿Quién soy?
“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable." 1
La otra noche escuchaba mientras mi hija le leia un cuento a su hermana menor. El libro que estaba leyendo fue A Bad Case of Stripes (Un Caso Serio de Rayas) de David Shannon. El personaje principal de este libro, una niña pequeña, se preocupa demasiado cuando se trata de las opiniones de los demás sobre ella. Ella trata de complacer a todos los que conoce, convirtiéndose así en una víctima de sugerencia. Eventualmente se ve cubierta de rayas color arco iris como causa de su inseguridad. La niña más tarde se da cuenta de que debe ser fiel a sí misma y aprende a sentirse cómoda con ella misma.
Esto puede parecer una historia de niños tonta, pero mientras escuchaba, comencé a pensar en la frecuencia con la que olvidamos nuestra identidad como hijos de Dios. Vivimos en una sociedad de alto ritmo y llevamos muchos "sombreros" cuando se trata de las diferentes responsabilidades que poseemos. Sin embargo, esas responsabilidades no definen quiénes somos. Por el contrario, nuestra verdadera identidad en Cristo debe ser lo que influye en la forma en que actuamos mientras llevamos a cabo nuestras responsabilidades diarias. A veces, es fácil ser influenciados por las opiniones de los demás y olvidamos lo importante que somos para Dios y que Su opinión de nosotros es lo que importará, no sólo aquí en la tierra, sino en la eternidad. Dios no quiere que nos conformemos a este mundo, mas bien quiere transformarnos para ser como Jesus.
Una vez que hayamos aceptado nuestra salvación a través de Jesucristo, debemos aceptar nuestra nueva identidad. Independientemente de quiénes éramos antes de conocer a Cristo, todas las cosas se hacen nuevas en el momento en que ponemos nuestra fe y confianza en Jesucristo. Como resultado, cualquier responsabilidad que tengamos debe reflejar esta nueva identidad. Nuestra vida debe ser un testimonio viviente de cómo Dios nos llamó de las tinieblas a su maravillosa luz. A través de esto, los demás llegarán a conocer a Jesús y experimentar esta nueva identidad por sí mismos.
Oración sugerida: "Querido Dios, gracias por enviar a Jesucristo a morir en la cruz para lavar mis pecados para que pueda experimentar esta nueva identidad en ti. Gracias porque soy elegido, un sacerdocio real, una nación santa y tu posesión especial. Permíteme vivir una vida de gratitud declarando tus alabanzas todos los días. Permíteme ser un testimonio viviente que guiará a los perdidos a Ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús. Amén."
1. 1 Pedro 2:9 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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