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Encuentros Diarios
Abril 16, 2020
Limpieza Primaveral del Corazón
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu."1
La primavera trae una sensación de energía
fresca y rejuvenecimiento a la mayoría de nosotros. Además de que los días se
vuelven lentamente más cálidos, las flores florecen, y los pájaros cantan felizmente, muchos de
nosotros también vemos este tiempo como una gran oportunidad para
limpiar, organizar y rejuvenecer
nuestros hogares.
Mientras miraba mi propia "lista de
tareas pendientes" para la primavera, se me ocurrió un pensamiento. ¡Qué
gran oportunidad tenemos no sólo para limpiar nuestros hogares terrenales, sino
lo más importante, hacer una limpieza de primavera del corazón también! Para algunos, puede ser una práctica espiritual que hacemos
a menudo. Para otros, podemos encontrar que a menudo hacemos un poco de
mantenimiento aquí y allá, pero necesitamos
atención detallada e intencional a nuestra limpieza y salud espiritual.
Me gustaría tomar un momento para compartir algunas sugerencias para
ayudar a comenzar este proceso de limpieza espiritual.
Primero, necesitamos deshacernos de cualquier pecado, actitudes viejas, y
hábitos que puedan estar frenándonos a la libertad de avanzar abiertamente
buscando la voluntad de Dios en nuestras vidas. Hebreos 12:1 nos dice, "despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos
asedia". Esto requiere que seamos honestos con Dios y con nosotros mismos
y el valor de dejar atrás nuestros obstáculos.
Segundo, una vez que Dios haya traído nuestros pecados o obstáculos a
nuestra atención, tenemos que pedirle que limpie nuestros corazones de nuevo,
mientras confesamos nuestros pecados y pedimos Su perdón. 1 Juan 1:9 nos dice
que, "Si confesamos nuestros pecados, Dios,
que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad." Después de
recibir el perdón de Dios, también debemos perdonarnos a nosotros mismos que a
veces puede ser difícil, pero necesario.
Tercero, tenemos que limpiar los pensamientos negativos que podamos
tener. A veces es fácil volver a caer en viejos hábitos porque nos permitimos
escuchar las mentiras de Satanás. Hará todo lo que pueda para mantenernos en
cautiverio, ¡pero tenemos libertad en Cristo! Debemos proclamar diariamente la
verdad que encontramos en Juan 8:36, donde leemos: "Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres." Somos
victoriosos en Cristo.
Por último, debemos echar un vistazo de cerca a nuestras rutinas
espirituales y hacer cambios donde sea necesario. Para mantener nuestros
corazones limpios, debemos asegurarnos de que nuestra relación con Jesús esté
en su mejor momento. ¿Necesitamos pasar más tiempo con él en oración? ¿No lo
estamos escuchando porque hemos descuidado leer su Palabra? ¿Hemos permitido
que otras distracciones tengan prioridad en nuestra vida cuando Dios debería
estar en la cima? I Crónicas 16:11 dice: "¡Refúgiense
en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia!
Estos son sólo algunos ejemplos de áreas en las que podemos comenzar la
limpieza primaveral del corazón, pero les animo a hablar con Dios y permitirle
que les muestre por dónde empezar.
Oración sugerida: "Querido Dios, me amas demasiado para dejarme como
soy, y te agradezco por eso. Estás constantemente trabajando en mi vida y te
dejo mi corazón a tus pies pidiendo que lo limpies y hagas los cambios
necesarios para hacerme más como tú. Gracias por tu perdón y la libertad que
nos has dado en Jesucristo. Miro solo a ti mi Dios, mi fuerza, y elijo buscar
tu rostro siempre. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre
de Jesús, amén."
1. Salmo 51:10 (NVI).
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