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Encuentros Diarios
Mayo 22, 2020
Cuando Sientes que Dios te ha Desilusionado
“Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo
le dé gloria al Padre."1
“El Dr. Leslie Weatherhead, un predicador
conocido del siglo XX dijo que una vez, cuando era estudiante de preparatoria,
tuvo un examen muy difícil. Pero él había descubierto este versículo, ‘Y
cualquier cosa que pidas en mi nombre, yo la hare.’
Weatherhead creía que el verso significaba que
todo lo que tenía que hacer era pedir y que pasaría el examen sin problema. Le
dijo a Dios que estaba creyendo en su promesa, y que quería una buena nota. Al
día siguiente, el joven Weatherhead
tomó el examen, pero cuando llegaron las calificaciones, había fracasado.
Estaba desilusionado. Se rebeló y casi pierde la fe. Llegó a la conclusión de que las promesas de la Biblia no eran buenas,
todo porque Dios no había concedido su deseo de un buen grado.
Al año siguiente repitió ese curso. Trabajó duro
y pasó. Esta vez
decidió que no necesitaba a Dios, que podía llevarse bien solo.
Después de algunos años, el Dr. Weatherhead llegó a entender que sus
propios poderes y habilidades eran en realidad el poder que Dios le había dado.
Empezó a darse cuenta de que Dios ya le había dado el poder de pasar el examen,
pero no había usado ese poder durante el primero.”2
Estoy seguro de que
muchos de nosotros podríamos identificarnos con Weatherhead en el
sentido de que, a veces, hemos
querido y esperado que Dios haga todo tipo de cosas por nosotros sin ningún
esfuerzo o suficiente de nuestra parte.
Afortunadamente, no funciona de esa manera. Dios
no es codependiente. Hará por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros
mismos. Por eso envió a Jesús a morir por nosotros porque es imposible
para nosotros salvarnos a nosotros mismos. Pero Dios no hará por nosotros
lo que tenemos que hacer por
nosotros mismos. Si lo hiciera, nos mantendría demasiado dependientes e
inmaduros. Es cierto que Dios alimenta a los gorriones, pero no arroja
la comida a sus nidos.
Oración sugerida: "Querido Dios, ayúdame a
darme cuenta de que ya has movido los cielos para venir a la tierra para
salvarme de mis pecados, pero también que no harás por mí lo que ya me has
equipado para hacer por mí mismo. Ayúdame a recordar que la responsabilidad
personal es mi responsabilidad. Gracias por escuchar y responder a mi oración.
Agradecidamente, en el nombre de Jesús, amén."
1. Juan
14:13 (NTV).
2. Reverendo Richard J. Fairchild, "Nuestro
deseo y nuestro crecimiento."
<:)))) ><
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