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Encuentros Diarios
Noviembre 24, 2020
Acción de Gracias: El Ejemplo de un Extranjero
"Uno de
ellos, al verse ya sano, regreso alabando a Dios a grandes voces. Cayo rostro
en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, no obstante que era
samaritano".1
Ayer vimos
cómo la obediencia de los diez leprosos condujo a la sanidad. Aunque estoy
seguro de que todos ellos estaban encantados al restaurar su salud, hoy veremos
cómo sólo un hombre volvió a dar las gracias a Jesús.
Después de que
Jesús envió a los hombres al sacerdote y todos ellos fueron sanados, cada
hombre siguió su camino, ¡probablemente corriendo a casa para ver a sus
familias que no habían visto por un tiempo! Sin embargo, un hombre, un
samaritano, estaba abrumado por la gratitud y tuvo que dar gracias a Aquel que
había hecho posible su sanidad. El vio lo que los otros leprosos no pudieron
ver: Ellos habían sido sanados, sólo Dios merecía alabanza por este milagro, y
Jesús merecía las gracias. Volvió a Jesús gritando: '¡Alabado sea Dios!' y cae
a los pies de Jesús agradeciéndole por lo que había hecho. Jesús pregunta:
"¿Acaso no quedaron limpios los diez? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No hubo
ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?" 2
De entre los diez hombres, sólo el "extranjero" eligió regresar y dio
gracias públicamente a Dios por su sanación.
La pregunta
que Jesús hizo hoy también podría hacernos: "¿Nadie ha regresado para
alabar a Dios? ¿Nadie ha venido a agradecerme?" Jesús nos ha dado el
increíble don del perdón a través de la sangre que derramo en la cruz por
nosotros. No hicimos nada para ganarlo, ni podíamos hacer lo suficiente para
pagarlo. Jesús tomó el castigo que merecíamos sobre sí mismo y nos dio la vida
eterna. Creo que todos podríamos estar de acuerdo en que este es el mejor
regalo que podríamos recibir. El problema es que muchas personas aceptarán este
don gratuito de perdón y nunca harán nada para mostrar su gratitud a Dios.
Además del
perdón que hemos recibido, ¿cuántas veces hemos experimentado bendiciones de
Dios? Pueden ser cosas cotidianas como comida, refugio, salud, nuestros
trabajos, transporte, etc., pero también podrían ser relaciones restauradas,
sanación física, entre muchas otras cosas. Tómate un momento para pensar en
todo lo que Dios ha hecho por ti. Jesús fue crucificado públicamente por
nosotros; por lo tanto, debemos tener corazones que estén desbordados de acción
de gracias a Dios, y estar siempre dispuestos a decirle públicamente a Dios y a
los que nos rodean lo agradecidos que estamos.
El leproso
extranjero nos deja un gran recordatorio de cómo es tener Acción de Gracias. Es
humildemente venir ante Dios con corazones de alabanza y labios que verbalizan
nuestra gratitud a Dios por Su increíble don, compasión, gracia y misericordias
que son nuevas cada mañana.
Oración
sugerida: "Querido Dios, nunca podría pagarte por tu incomparable don de
perdón y vida eterna que he recibido mediante el sacrificio de tu Hijo Jesús. Pido
que me des un corazón de acción de gracias y que siempre exprese mi gratitud
por todo lo que has hecho en mi vida. No merezco tu amor sin fin, pero me lo das
de todos modos. Me arrodillo ante Ti hoy y Te agradezco por hacerme Tu hijo. En
el nombre de Jesús, amén."
Lucas
17:15-16 (NVI). Lucas
17:17-18 (NVI).
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