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Abril 13, 2021

"Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!"¹

Los enormes árboles de secuoyas en California se consideran los seres vivos más grandes de la tierra y los árboles más altos del mundo. Algunos de ellos tienen más de 300 pies de altura y más de 2.500 años de antigüedad. ¡Es increíble pensar que algunos de estos árboles pueden haber existido cuando Jesús caminó por la tierra! Uno pensaría que los árboles tan grandes tendrían un tremendo sistema radicular, llegando a cientos de pies en la tierra. Sin embargo, las secuoyas tienen un sistema muy superficial de raíces. Entonces, ¿cómo se hacen tan grandes y se paran tanto tiempo? Aunque es un sistema radicular poco profundo; todos se entrelazan; están conectados el uno al otro. Así que, cuando llegan las tormentas y soplan los vientos, las secuoyas están en pie. Y es porque no están solos, porque todos los árboles se apoyan y se protegen unos a otros.

Esta es una hermosa imagen de la unidad que Dios nos llama a tener con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Todos somos diferentes y tenemos opiniones diferentes, pero Dios nos ha hecho uno a través de Su Hijo Jesús. Él nos ha dado el uno al otro para aprender unos de otros y, juntos, mantenernos firmes contra los ataques que Satanás puede tratar de usar contra nosotros. Si estamos solos, será fácil caer bajo las presiones de este mundo. Sin embargo, cuando nos conectamos los brazos el uno con el otro, oramos el uno por el otro y nos animamos unos a otros, nos mantenemos fuertes al igual que los hermosos árboles de secuoya.

"He aquí, ¡qué bueno y agradable es cuando el pueblo de Dios vive junto en unidad!"²

Oración sugerida: "Querido Dios, gracias por traerme a tu familia y permitirme compartir la vida con todos los hermanos y hermanas que tengo a través de Jesús. Permíteme vivir humildemente y estar siempre dispuesto a aprender de los demás, y ayúdame a ser una presencia de paz incluso durante el conflicto. Pido que nos permitas animarnos unos a otros para que, juntos, podamos mantenernos firmes en Ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén."

1. Romanos 12:16 (NTV).

2. Salmo 133:1.