|
Encuentros Diarios
Mayo 28, 2021
Cuando te sientes inseguro
"Este mandamiento nuevo les doy: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros."1 ¿Alguna vez has entrado en una habitación llena de extraños con la sensación de que eres el único que se siente inseguro? El hecho es que otros, al menos algunos de ellos en esa habitación, probablemente sienten lo mismo, especialmente si también son extraños al grupo. Los sentimientos de inseguridad son parte de la condición humana porque todos estamos heridos de alguna manera hasta cierto punto. En una ocasión, visitamos una nueva iglesia en la que nadie se molestó en hablar con nosotros o darnos la bienvenida, así que decidí hablar con los demás y darles la bienvenida. "Es bueno tenerte aquí en la iglesia hoy", le dije y pregunté: "¿Eres miembro?" De hecho, justo este último domingo por la mañana después de la iglesia vi a un hombre de pie solo, así que fui específicamente a hablar con él y ayudarlo a sentirse bienvenido. Resultó ser un visitante por primera vez. Un poco más tarde, este mismo hombre me buscó para agradecerme por hablar con él, y me dijo que yo era la única persona que se molestó en parar y hablar con él. Así que, cuando esté en un grupo de extraños, hable con una persona que pueda estar sola y pregúntele sobre él/ ella misma. Esto te sacará de ti mismo y con el tiempo te sentirás mucho mejor contigo mismo. No estoy sugiriendo que seamos falsos, pero a veces sólo necesitamos reconocer nuestro miedo, pero no permitas que nos controle o nos detenga de hacer lo correcto. Si seguimos hablando a los demás con un motivo sincero y hacemos lo amoroso, con el tiempo esto nos ayudará a ser más seguros nosotros mismos. Puede ser un desafío al principio, pero es lo que Cristo nos mandó hacer. Es decir, amarnos unos a otros. Una manera de hacer esto es tender la mano a un extraño que está solo. Oración sugerida: "Querido Dios, en mi inseguridad ayúdame a tender la mano a los demás, y a aprender a amarme y aceptarme a mí mismo como tú me amas y me aceptas, no de una forma egoísta, sino para que pueda llegar a ser un canal más libre a través del cual tu amor pueda fluir a los demás. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén."
|
|