|
Encuentros Diarios
Septiembre 01, 2021
La palabra más importante
"Es
mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito.
Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está
solo, ese sí que está en problemas. Del mismo modo, si dos personas se
recuestan juntas, pueden brindarse calor mutuamente; pero ¿Cómo hace uno solo
para entrar en calor? Alguien que esta solo puede ser atacado y vencido, pero
si son dos, se ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son
tres, porque una cuerda triple no se corta facilmente."1
Se ha dicho que las
seis palabras más importantes en las comunicaciones y las relaciones humanas
son "Yo admito que si me equivoqué". Si seguimos la cuenta, las cinco
palabras más importantes son "Tu hiciste un gran trabajo". Las cuatro
palabras más importantes son "¿Cuál es tu opinión? Las tres palabras más importantes son "¿Me permites ayudar?" Las dos palabras más
importantes son "Te agradezco". La palabra más importante es
"nosotros" y la palabra menos importante en cualquier idioma es
"yo".2
El trabajo en equipo es
algo que se enseña en todos los deportes organizados mientras crecemos. Se nos
enseña a apoyar a nuestros compañeros de equipo y permitirles trabajar junto a
nosotros para alcanzar un objetivo común. Pero a medida que envejecemos, a veces
olvidamos o perdemos la práctica en esta área. En lugar de ser una presencia de
apoyo y aliento para los demás, a menudo nos volvemos críticos de las acciones
y el esfuerzo de los demás y elegimos trabajar solos pensando que podríamos
hacerlo mejor por nuestra cuenta. Sin embargo, este nunca fue el diseño de
Dios. Él nos creó para estar en comunidad con otros y trabajar juntos para
promover Su obra aquí en la tierra.
A medida que avanzas en
tu día, sé intencional acerca de edificar a los demás. Puede que no siempre seas
correspondido al principio, ¡pero tiene que comenzar con alguien!
Oración sugerida:
Querido Dios, perdóname por las veces que he elegido egoístamente trabajar solo
debido al orgullo. Gracias por aquellos que has puesto en mi vida y los
talentos que poseen. Pido que me ayudes a ser un jugador de equipo cuando se
trata de servirte. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de
Jesús, amén.
Eclesiastés 4:9-12 (NTV). Biblioteca
del orador de negocios de historias, anécdotas y humor
|
|