Encuentros Diarios
Noviembre 18, 2021
Acción de Gracias: Pablo y Silas
“A eso de la medianoche, Pablo y
Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban."1
El diccionario describe la alabanza como: expresar
el respeto y la gratitud hacia (una deidad),
especialmente a través de canción. Y
también nos da un sinónimo: dar gracias a.
¡Creo que podemos concluir que alabanza y gratitud van
de la mano! Encontramos el dúo agradecido de hoy en Hechos capítulo 16. Pablo y
Silas habían estado yendo de un lugar a otro compartiendo el Evangelio de Jesús
con todos los que escuchaban, es decir, hasta que fueron acusados de ofender
las costumbres y leyes romanas. Pablo y Silas fueron severamente golpeados y
arrojados a prisión, donde se ordenó al carcelero que los colocara en las
celdas interiores y los atarara con cadenas. Ese fue un castigo injusto por
compartir el amor y el perdón. Pero tal es el caso en nuestro tiempo todavía.
Hay quienes todavía no pueden aceptar el regalo de Dios como un regalo
gratuito para toda la humanidad y, en última
instancia, lo rechazan, lo odian y/o castigan al mensajero.
Aunque el dolor físico y la humillación amenazaban con
calmar sus espíritus, la fe de Pablo y Silas seguía siendo más fuerte que
nunca. Esa noche a medianoche, decidieron expresar su gratitud en una canción.
Su canto de acción de gracias no solo mantuvo despiertos a sus compañeros de
celda, sino que provocó un terremoto que hizo que las puertas de las celdas se
abrieran y los grilletes de los prisioneros se soltaran. Me pregunto, ¿nuestra
actitud de gratitud hace que sucedan grandes cosas? Nuestro agradecimiento
tiene el poder de sacudir nuestros lazos y liberarnos.
Cuando el carcelero se dio cuenta de que las puertas
de la celda se habían abierto, asumió que todos los prisioneros habían
escapado; y así, temiendo por su vida, decidió acabar con ella en lugar de
enfrentar el castigo que seguramente recibiría. Pero antes de que pudiera
hacerse daño a sí mismo, Pablo lo llamó, asegurándole al carcelero que todos
todavía estaban allí. ¡En ese momento, el Carcelero supo que este milagro solo
podía ser del Señor e inmediatamente abrió su corazón al Único Dios Verdadero!
El agradecimiento no es solo una acción expresada con
nuestras palabras, es una actitud que brota de nuestros corazones que se
derrama sobre los demás. Tenemos el poder de llevar a otros a Cristo a través
de nuestras acciones y actitudes y a veces no son necesarias palabras. En esta
historia, Dios usó una canción para traer honor y gloria a sí mismo. Permite
que Dios use tu canción de agradecimiento hoy para hacer grandes cosas y llevar
a otros a Cristo.
Oración sugerida:
Querido Señor, quiero que mi gratitud sea tan poderosa
como la canción de Pablo y Silas. No quiero que mi gratitud sean las mismas
palabras una y otra vez, sino permite que la acción de gracias fluya de mi
corazón en mis acciones y mis actitudes para que otros vean y reconozcan tu
bondad y te abran sus corazones. En el amoroso nombre de Jesús, Amén.
Hechos
16:25.
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