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Encuentros Diarios
Noviembre 19, 2021
Una perspectiva agradecida
"Cuando Jesús oyo su
respuesta, le dijo: ‘Hay una cosa que todavía no has hecho. Vende todas tus
posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después
ven y sigueme.”1
Un día, un padre de una
familia muy rica llevó a su hijo de viaje al país con el firme propósito de
mostrarle a su hijo cómo vive la gente pobre. Pasaron un par de días y noches
en la granja de lo que se consideraría una familia muy pobre. Al regresar de su viaje, el padre le preguntó a su hijo: "¿Cómo
fue el viaje?"
"Fue genial,
papá".
"¿Viste cómo vive la
gente pobre?", Preguntó el padre.
"Oh, sí", dijo el
hijo.
"Entonces, dime, ¿qué
aprendiste del viaje?", Preguntó el padre. El hijo respondió: "Vi que
tenemos un perro y ellos cuatro. Tenemos una piscina que llega hasta el medio
de nuestro jardín, pero ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Hemos
importado linternas en nuestro jardín, y ellos tienen las estrellas por la
noche. Nuestro patio llega hasta el área delantero, y ellos tienen todo el
horizonte. Tenemos un pequeño pedazo de tierra para vivir, pero ellos tienen
campos que van más allá de nuestra vista. Tenemos siervos que nos sirven, pero
ellos sirven a los demás. Compramos nuestra comida, pero ellos cultivan la
suya. Tenemos muros alrededor de nuestra propiedad para protegernos, ellos
tienen amigos para protegerlos".
El padre del niño se quedó
sin palabras. Luego su hijo agregó: "Gracias, papá, por mostrarme lo pobre
que somos".2
¿No es la perspectiva algo
maravilloso? ¿Te imaginas lo que pasaría si todos dimos gracias por todo lo que
tenemos, en lugar de preocuparnos por lo que no tenemos? Nuestras posesiones materiales no son nada en
comparación con el tesoro que tenemos en el Cielo cuando elegimos seguir y
servir fielmente a Dios. Todas las posesiones terrenales nunca pueden traer el gozo,
la paz y la felicidad que encontramos en Cristo. Que esta perspectiva produzca
en nosotros gratitud eterna a Dios por Su Hijo, Jesús, y todas las bendiciones
(grandes o pequeñas) que Él nos da diariamente.
Oración sugerida: Querido
Dios, la tentación constante de querer más prevalece en la sociedad actual. No vemos las abundantes bendiciones que ya nos has
dado, y en su lugar comparamos nuestras vidas o pensamos en todo lo que no
tenemos. Ayúdanos a ver que las verdaderas riquezas no se encuentran en las
posesiones materiales, sino en las relaciones, los momentos y conversaciones que nos das. Gracias por la alegría que podemos
encontrar en ti, el mayor regalo de todos. Ayúdame a vivir con una perspectiva
de gratitud y deja que sea contagiosa para quienes me rodean. Gracias por
escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Lucas 18:22 (NTV). www.sermoncentral.com
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