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Encuentros Diarios
Noviembre 24, 2021
Estoy agradecido por...
"Todo lo que es
bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro
Padre, quien creo todas las luces de los cielos. El nunca cambia ni varia como
una sombra en movimiento."1
La poeta y escritora
Maya Angelou contó en una entrevista sobre una experiencia que había tenido a
principios de la década de 1950. Había regresado a los Estados Unidos desde
Europa, dejando atrás a un niño. Ella dijo: "Un día estaba muy preocupada por
mi cordura ... Entonces, fui a ver a mi profesor de voz y le dije que me estaba
volviendo loca. Él dijo: 'Aquí hay una libreta amarilla. Escribe tus
bendiciones'. Le dije: 'Oh, por favor, ni siquiera quiero escuchar eso. Me
estoy volviendo loca'. Él dijo: 'Comienza con el hecho de que puedes oírme, que
puedes ver la página, que puedes sostener el bolígrafo'. Antes de llegar al
final de la página me transformé. Entonces, todo lo que he escrito, cada libro,
cada obra de teatro, cada guión, fue escrito en una libreta amarilla. Tan
pronto como lo recojo, me acuerdo de mis bendiciones"2
Como madre de tres
niños pequeños, a menudo tengo días en los que siento que puedo volverme loca,
tal como lo sintió Maya Angelou. Sin embargo, he aprendido la lección que le
enseñaron de escribir nuestras bendiciones. Cuando empiezo a sentirme abrumada
o estresada, agarro un pedazo de papel y escribo las palabras "Estoy
agradecida por..." Luego, línea por línea, empiezo a escribir todas las
bendiciones en mi vida. ¡En solo un par de minutos siento que una carga se
levanta de mi pecho y estoy lista para enfrentar el resto del día!
Dios es bueno y siempre
nos dará la fuerza que necesitamos, pero un buen lugar para que comencemos a
hacer nuestra parte es escribiendo nuestras bendiciones y viendo todo lo que
Dios ha hecho.
Oración sugerida:
Querido Dios, estoy agradecido por este nuevo día, mi salud, mi familia, mi
trabajo, tu provisión constante, la belleza de un amanecer y un atardecer, pero,
sobre todo, estoy agradecido por Jesús. En él nos has dado las bendiciones más
grandes de todas. Paz, verdadera alegría, amor incondicional, esperanza,
salvación y vida eterna entre otros. Permite que el agradecimiento fluya de mí
antes que las quejas. Cuando comience a sentirme abrumado, ayúdame a aprender a
nombrar mis bendiciones una por una. Gracias por escuchar y contestar mi
oración. En el nombre de Jesús, amén.
Santiago
1:17 (NVI). The
Christian Science Monitor, 20 de octubre de 1993.
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