|
Encuentros Diarios
Diciembre 06, 2021
En Casa para Navidad
"Señor, a lo largo de todas las generaciones, ¡tú
has sido nuestro hogar!" 1
Hay algo en la temporada navideña que nos hace querer
estar en casa. Ya sea la calidez compartida entre familiares y amigos,
participar en tradiciones significativas con nuestros seres queridos o
simplemente saber que tienes un lugar seguro donde eres conocido y amado. Para
muchas personas, realmente no hay lugar como el hogar. Sin embargo, para
aquellos que pueden tener recuerdos hirientes de su infancia o relaciones rotas
con sus padres o hermanos, “hogar" puede tener un significado diferente. Irse
a casa puede no ser factible debido a circunstancias fuera de nuestro control. Tal
vez hemos tomado decisiones que han causado una separación entre nosotros y
aquellos que nos aman, y estamos luchando por regresar.
Independientemente de cómo se vea nuestro hogar terrenal,
o con quién los compartamos, la Navidad es un buen momento para recordar nuestro
verdadero hogar. El dulce niño Jesús que nació en un establo fue la invitación
de Dios a nosotros a Su hogar. Jesús vino a traer paz, esperanza y restaurar lo
que había roto. No hace excepción de las personas y ofrece su amor
incondicionalmente. La buena noticia es que ni siquiera tenemos que encontrar
el camino a casa, ¡porque Emanuel vino a nosotros! Todo lo que tenemos que
hacer es abrir nuestros corazones y aceptar la invitación a dejar que Él sea
nuestro hogar. Permanecerás insatisfecho, inquieto y nostálgico hasta que Dios
se convierta en tu morada.
Una vez que encuentres tu hogar en Cristo, Él te dará
la fuerza y la sabiduría para reparar las relaciones rotas, perdonar donde sea
necesario y recibir el perdón también. Él te dará una esperanza y un futuro. ¡Los
milagros que he visto a Dios hacer en familias rotas son demasiado numerosos
para enumerarlos! Todo comienza cuando venimos a Él.
En esta temporada, encontremos gozo en el hecho de que
el Señor ha sido fielmente nuestro hogar a través de todas las generaciones.
Podemos desviarnos, pero Su invitación es nueva todos los días. No importa
quiénes seamos o lo que hayamos hecho, Jesús está esperando con los brazos
extendidos para darnos la bienvenida. ¡Ven a casa hoy!
Oración sugerida: Querido Señor, nuestras familias y
hogares terrenales son un regalo tan especial que nos has dado, pero no se
compara con el hogar que tengo en ti. Gracias por ser mi hogar en todas las
circunstancias y estaciones. Puedo perder mi camino a veces, pero ayúdame a
volver a casa contigo hoy. Gracias por Jesús, en quien soy aceptado, amado,
perdonado y bienvenido a tu familia. Te amo, Señor. En el nombre de Jesús,
Amén.
Salmo
90:1 (NTV).
|
|