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Encuentros Diarios
Febrero 03, 2022
Amor fraternal
"El hombre que tiene amigos
debe ser amistoso, y amigos hay más unidos que un hermano."1
El diccionario define a un amigo
como: una persona a la que uno conoce y con la que tiene un
vínculo de afecto mutuo...
Cuando consideras a tus amigos, probablemente pienses
en los que conoces desde hace más tiempo o en los que han tenido el mayor
impacto en tu vida. Muchos de nosotros tenemos la bendición de seguir teniendo
una relación con nuestro(s) amigo(s) de nuestra infancia. He escuchado a la
gente decir que tienen demasiados amigos para contar; otros dicen que pueden
contar a sus amigos en una mano. Sin embargo, hay quienes pueden contar con un
amigo realmente bueno; un amigo que está más cerca que la familia, que está ahí
para ti sin lugar a duda, en cualquier situación.
Este último es el tipo de amistad compartida por David
y Jonatán en el Antiguo Testamento. Se conocieron mientras el padre de Jonatán,
Saúl, era el Rey de Israel. David iba al palacio a tocar música para que el rey
calmara su alma atribulada. (1 Sam. 16:14-22) El rey amaba a David, y por lo
tanto, Jonatán probablemente lo había visto de vez en cuando, pero no fue hasta
que David se enfrentó al gigante, Goliat (1 Sam. 17), que Jonatán notó a este
joven como un amigo potencial. Su historia comienza en 1 Samuel 18 donde vemos
que Jonatán tiene una admiración instantánea por David, el conquistador de
gigantes. Su admiración creció hasta el amor por su nuevo amigo, y la Biblia
dice que "el alma de Jonatan quedo ligada
con la de David, y lo amo Jonatan como a sí mismo." (vs. 1) En el
versículo 3, los vemos hacer una promesa, o pacto, de amistad. Los pactos no se
rompían fácilmente en aquellos días; fueron hechos para toda la vida.
El éxito de David como soldado
hizo que el rey se pusiera celoso de David y, en última instancia, lo odiara,
poniendo a Jonatán en una posición incómoda. Cuando el rey ordenó a su hijo,
Jonatán, que matara a David, Jonatán alertó a David de los tortuosos complots
contra su vida y David pudo esconderse y escapar muchas veces gracias a la
devoción de su leal amigo. Debido a su vínculo de amistad, Jonatán le hablaba
bien de David a su padre para tratar de disuadirlo, pero fue en vano. David
pasó su juventud escondiéndose y corriendo, mientras era alertado por Jonathan,
quien en este punto tenía que elegir entre su padre y su amigo. Su amistad solo
se hizo más fuerte con los años, e incluso renovaron su pacto de amistad (1
Sam. 23:15-18). Cuando Jonatán fue asesinado junto a su padre (1 Sam 31), David
cantó una canción de lamento en su honor (2 Sam. 1:19–27). Una vez que fue
hecho rey, David buscó al hijo de Jonatán para mostrarle la bondad que Jonatán
le había mostrado a él; David amaba al hijo de Jonatán como si fuera suyo. (2
Sam. 9) La amistad que estos dos jóvenes compartían iba contra viento y marea.
Pero el Señor bendijo el pacto que se habían hecho el uno al otro. Su lealtad
mutua es un hermoso ejemplo de una amistad que vale la pena modelar.
Oración sugerida:
Querido Señor, mis amistades a
veces pueden ser superficiales y carecer del vínculo que David y Jonatán
compartían. Ayúdame a entender que las amistades son un regalo tuyo para ser
cultivadas y nutridas. Tu deseo es que nos amemos unos a otros como nos has
amado, sacrificial e incondicionalmente. Ayúdame a ser un amigo bueno y leal
para aquellos a quienes llamo amigos. En el nombre de Jesús, Amén.
Proverbios 18:24.
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