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Encuentros Diarios
Marzo 03, 2022
Directo al corazón
Pero el Señor le dijo a Samuel: "No juzgues por su apariencia o
por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la
manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor
mira el corazon."1
Si alguna vez te han hecho una
radiografía, es posible que te haya hecho sentir bastante vulnerable al ver tu
interior expuesto por una máquina. La tecnología y la ciencia han hecho posible que el hombre vea
más allá de tu piel a tus huesos e incluso a tus órganos. A mi hijo
recientemente le hicieron un electrocardiograma, una ecografía completa de su
corazón. Observé cómo el técnico tomó una pequeña varita y la deslizó
suavemente sobre el pecho de mi hijo, de un lado a otro, produciendo imágenes
en una pantalla de este espectacular órgano vivificante. Fueron capaces de
capturar la imagen de cada cavidad y válvula, incluso el sonido de latido que
producía. Y pensé: "¡Guau! ¡Dios ve
mucho más!"
Cuando el profeta Samuel estaba
buscando al hombre que sería rey de Israel, Dios lo envió a la casa de Isaí,
porque tenía muchos hijos. Dios le había dicho a Samuel que encontraría al
nuevo rey entre esos jóvenes. Al conocerlos, Samuel observó que los hijos de
Isaí eran jóvenes altos, fuertes, valientes y guapos, ciertamente aptos para
ser reyes. Pero mientras examinaba a cada uno cuidadosamente, el Señor dijo:
"No, no él". Cuando Samuel señaló estas cualidades al Señor, Dios le
dijo: "No veo lo que el hombre ve en el exterior, miro su corazón".
Dios no estaba buscando muchachos altos y fuertes para gobernar a su pueblo.
Buscaba un corazón fuerte, valiente pero humilde; uno que temería y amaría al
Señor. Ese corazón se encontró en el más joven de los hijos de Isaí, el que
tenía el humilde trabajo de cuidar de las ovejas: David.
Dios no está interesado en
nuestra apariencia; en lo que vestimos o en lo que tenemos. A Dios no le
molesta dónde trabajamos o la posición que ocupamos. Dios mira directamente a
través de nuestra piel gruesa con Su Radiografía Espiritual y mira directamente
a nuestro corazón. ¿En qué condición lo encontrará? ¿Es un corazón sano y
humilde? ¿Un corazón enfermizo y orgulloso? ¿Un corazón delgado, lleno de amor
por el Señor? ¿O un corazón grasoso sin espacio para el Salvador? ¿Qué revelará
la radiografía del Señor de nuestro corazón?
Oración sugerida:
Querido Señor, mi corazón está en
exhibición para que lo veas en todo momento. Conoces mis sentimientos más profundos
y no te sorprende lo que encuentras. Hoy te pido que crees en mí un corazón
limpio, para que cuando me mires, veas el corazón de un siervo, humilde y
amoroso, que busca servirte. En el Nombre de Jesús, Amén.
1 Samuel 16:7.
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