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Encuentros Diarios
Marzo 25, 2022
Cambio bajo presión
"Ya no me llamen Noemi, repuso ella.
Llámenme Mara, porque el Todopoderoso ha colmado mi vida de amargura.”1
Noemí, cuyo nombre significa
"hermosa, encantadora y agradable", vivió una vida cómodamente segura
con su esposo en su ciudad natal de Judá. Una hambruna en la tierra les había
hecho abandonar su cómodo hogar y mudarse a un país extranjero. La joven pareja felizmente crió a sus hijos
allí, hasta el triste día en que Noemí quedó viuda. En su amabilidad, continuó
educando a sus hijos para que fueran buenos jóvenes y les encontró esposas
entre los extranjeros. Unos años más tarde, un trágico giro de los acontecimientos
se cobró la vida de sus dos hijos y Noemí quedó indefensa y sola. Lo había
perdido todo. Sin esperanza a la vista, tristemente reunió sus pocas
pertenencias y se preparó para regresar a Judá. Para su sorpresa, sus nueras se
aferraron a ella y se negaron a dejarla. Noemí trató de convencerlas de que se
quedaran entre su propio pueblo y tuvo éxito con una de las jóvenes, pero la
otra aún se negó. Noemí y Rut viajaron juntas a Judá con sólo una ligera
esperanza para su futuro. A su llegada, Noemí fue reconocida instantáneamente
por sus parientes. La saludaron calurosamente, porque recordaban su dulce
espíritu. Pero se encontraron con una Noemí muy cambiada que les devolvió el
saludo diciendo: 'No me llamen Noemí. Mi nombre ahora es Mara, significa amargada.
Ya no soy la chica agradable que recuerdas porque lo he perdido todo".
La historia de Noemí podría ser
identificable para algunos. Cuando los eventos trágicos nos roban la alegría,
nos enfrentamos al mundo de manera diferente. Nuestra perspectiva de la vida es
diferente y podemos amargarnos. Pero Dios no dejó a Noemí a su pesar. Dios
bendijo a Noemí y usó a su nuera, Rut, para traer alegría de vuelta a su vida.
La estereotipada relación madre y nuera fue diferente porque el Señor las miro
con bondad y ellas se dejaron usar por Dios, incluso en su dolor.
La vida puede hacernos cambios
desagradables, pero Dios permanece fiel y verdadero cuando buscamos Su voluntad
primero. Consuélese con las bendiciones que Él tiene reservadas para usted hoy.
No cambies tu nombre a Mara todavía, ¡Dios tiene grandes planes para ti!
Oración sugerida:
Querido Dios, gracias por tu fidelidad
en mis tiempos de debilidad. Permíteme la fuerza para seguir sabiendo que tu
plan para mí aún no ha terminado. Renueva mi gozo en ti y sé glorificado por mi
alabanza. En el nombre de Jesús, Amén.
Rut 1:20.
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