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Encuentros Diarios
Abril 01, 2022
Sé el cambio
"Si te quedas
callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán
de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste
a ser reina precisamente para un momento como este?”1
Hadassah era una hermosa y joven mujer judía, que
vivió en la antigua Persia durante el reinado del rey Asuero (Jerjes); un rey
que se enorgullecía de lo que había adquirido y era intolerante con cualquiera
que lo desafiara. Fue en esta autoridad que estaba en busca de una nueva reina,
menos desafiante.
Hadassah vivía con su primo guardián, Mardoqueo,
dentro del campamento de los israelitas exiliados. Aunque técnicamente vivían
entre los persas; eran una minoría indeseable. Sin embargo, cuando Mardoqueo
escuchó que el rey estaba buscando una reina de reemplazo, vio esto como una
oportunidad para hacer la diferencia. Después de convencer a su sobrina de que
el cambio estaba en sus manos, ella se inscribió para desfilar ante el rey en
forma de desfile. Pero Mardoqueo había advertido a Hadassah que no le hiciera
saber al rey de su herencia por temor a ser rechazada.
Dios tenía un plan especial, y él requería la
fidelidad de Hadassah a Él. Hadassah, o Ester, como se la conocía ahora, fue
hecha reina y poco después, llegó la noticia a la reina Ester de un complot
rumoreado que haría matar a todos los judíos. Ella entendió que este era su
momento para hacer una diferencia en esta tierra pagana. ¡Con la ayuda de Dios,
ella misma, sería el cambio! Confiando en su
Dios y en las oraciones de su pueblo, Ester decidió arriesgar su vida e ir al
rey, sin ser convocada, para pedir por la vida de los israelitas. Dios bendijo
la fidelidad de Ester y ablandó el corazón del rey hacia ella, permitiéndole
escuchar a Ester y darse cuenta de que su mano había sido movida para firmar un
decreto sobre la vida de los judíos, engañosamente.
Dios usó a Ester para traer liberación a Su pueblo. Para los judíos era un tiempo de gozo,
alegría y honor. En cada provincia y en cada ciudad a la que llegaba el decreto
del rey, había alegría y gran gozo entre los judíos, con fiestas y
celebraciones... (Ester
8:16-17).
Dios tiene un plan para todos y cada uno de nosotros.
¿Podemos ser utilizados para hacer una diferencia en el mundo de hoy? ¿A dónde te está llevando Dios a hacer un
cambio? ¿En su hogar, lugar de trabajo, o escuela? Dios requiere nuestra
fidelidad para que Su nombre sea honrado. Sé el cambio que otros seguirán con
alegría.
Oración sugerida:
Querido Señor, usaste a una chica sencilla para mover
el corazón de un rey; para cambiar el destino de una nación y traerte honor.
¿Qué planes maravillosos podrías tener para nosotros hoy si somos fieles?
Permíteme la oportunidad de ser utilizado por ti para ser el cambio. En
el nombre de Jesús, Amén.
Ester
4:14.
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