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Encuentros Diarios
Abril 12, 2022
Dichosos los de corazón limpio
"Dichosos los de corazón
limpio, porque ellos verán a Dios."1
Cuando Jesús promete la
recompensa de "ver a Dios", inmediatamente notamos que el requisito
para ello es casi humanamente imposible. A lo largo de la Biblia, encontramos
referencias hechas al adulterio y las advertencias para aquellos que eligen
desobedecer el séptimo mandamiento. Dios desea que Sus hijos aprendan a ser
leales y fieles porque ambos son atributos necesarios para poder servir a Dios.
Para ser "limpios de corazón", debemos buscar a Dios con todo nuestro
corazón, mente y alma, y demasiadas veces nos encontramos divididos entre dos
amores: Dios y este mundo. Santiago nos pregunta: "¿No saben que la
amistad con el mundo es enemistad con Dios?" (Santiago
4:4) Él continúa diciendo en el mismo capítulo que Dios desea que su Espíritu
Santo habite en nuestros corazones. Sólo entonces podremos venir a Él con un
corazón limpio. "Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores,
límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!"
(Santiago 4:8) Los corazones
puros y limpios ante Dios requieren nuestra lealtad plena y total a Él.
Aunque se sabía que muchos en la
Biblia habían estado físicamente en la presencia de Dios, o escucharon audiblemente la voz de Dios, no sabemos de ninguno
de ellos que vio el rostro de Dios. Nadie ha visto jamás
a Dios; pero el Único, que es Dios… (Juan 1:18). Es posible que Adán haya
visto a Dios durante su tiempo en el Jardín del Edén cuando no había pecado y
su corazón era puro, sin embargo, cuando Adán desobedeció al Señor y comió del
fruto prohibido, Adán solo "escuchó" la voz de Dios (Génesis 3:8-10). ¡Sin un corazón puro es imposible
ver a Dios!
Vivimos en un mundo pecaminoso
que hace que sea muy difícil para nosotros tener un corazón puro. Pero si
deseamos ver a Dios, entonces nuestro deseo debe ser solo para Él. Nuestra
lealtad y fidelidad deben ser a Dios, y debemos buscar constantemente hacer Su
voluntad solamente. Cuando caminamos con Dios y buscamos ser llenos del
Espíritu Santo, entonces estamos en el camino hacia la pureza. Como cristianos, nuestro mayor deseo
es estar con Jesús y morar en Su presencia. ¡Qué mayor gozo recibiremos cuando
veamos a Dios cara a cara! Un corazón puro puede parecer imposible en esta
tierra, pero si llegamos a ser de una sola mente con el Señor y lo buscamos primeramente
a Él, la promesa de Jesús para nosotros es “veremos a Dios".
Oración sugerida:
Querido Señor, qué honor será
estar delante de ti con un corazón puro. Permite que mi deseo sea solo para ti.
Dame la fuerza para vivir para ti en este mundo de pecado y purificar mi
corazón ante ti. Te amo, Señor, y mi mayor deseo es verte. En el nombre de
Jesús, Amén.
Mateo 5:8.
El Encuentro de hoy fue escrito
por: Verónica B.
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