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Encuentros Diarios
Abril 13, 2022
Dichosos los que trabajan por la paz
"Dichosos los que trabajan
por la paz, porque serán llamados hijos de Dios."1
Desde el momento en que el pecado
entró en este mundo, ha habido una necesidad de pacificadores. Hermanos
enfrentados, familias divididas, naciones en guerra; esto ha estado sucediendo
desde el principio de los tiempos. Hemos estado anhelando la "paz mundial"
durante años, y, sin embargo, parece que no podemos lograrlo.
El establecimiento de la paz no
se trata de mantener la paz; requiere que nos pongamos en medio del conflicto y
traigamos la paz a la situación. No se trata solo de jugar bien y mostrar amabilidad;
requiere que actuemos en circunstancias incómodas. Pero ¿qué tal cuando somos
nosotros los que estamos en el conflicto? Ser un pacificador nos permite ser
rápidos para arrepentirnos cuando hemos hecho daño a otros, y rápidos para
perdonar cuando otros te han hecho daño.
Hoy en día, el establecimiento de
la paz no es conveniente. Preferimos evitar la situación en lugar de quedar
atrapados en ella. Elegimos acciones indirectas, en lugar de enfoques directos.
Las redes sociales se han convertido en una fortaleza popular para aquellos que
prefieren esconderse detrás de muros de confrontación. Nos reímos y hacemos algo
ligero de los temas serios y nos volvemos valientes cuando otros se ríen con
nosotros. Cristianos y no cristianos por igual, han optado por hacer la vista
gorda a la verdad en lugar de defender lo que es correcto. Pero Jesús nos ha
estado llamando a hacer la paz por muchas generaciones. Él dijo que Sus hijos
son los Pacificadores. El título "cristiano" significa literalmente,
"pertenecer a Cristo". Si afirmamos ser un Hijo de Dios, un
cristiano, entonces debemos buscar la paz, dar un paso adelante y hacer que la
paz suceda. Jesús no dijo que sería fácil, sin embargo, todavía estamos
llamados a trabajar por ello.
La "Paz Mundial"
depende de nosotros; no solo va a suceder. Pablo dijo: "Si es posible, y
en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos" (Romanos 12:18). Comencemos
asegurándonos de que estamos en paz con aquellos con quienes entramos en
contacto todos los días... nuestra familia, amigos, vecinos y compañeros
de trabajo. Luego, estemos dispuestos a tomar acciones pacíficas cuando surjan
situaciones difíciles. ¡Sólo entonces seremos llamados Hijos de Dios!
Oración sugerida:
Querido Dios, admito que he
evitado la confrontación en lugar de hacer la paz. Ha sido mucho más fácil
hacer la vista gorda ante el conflicto. Pero, Señor, quiero ser llamado Tu
hijo. Te pido que me des valor para tomar una posición cuando surjan
oportunidades que requieran un Pacificador. No me permitas sentarme
pasivamente, al contrario, dame la fuerza para actuar. En el Santo Nombre de
Jesús, Amén.
Mateo 5:9.
El Encuentro de hoy
fue escrito por: Verónica B.
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