"Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas,
no cambiara mi fiel amor por ti ni vacilara mi pacto de paz, dice el Señor, que
de ti se compadece."1
En un mundo donde las personas juzgan a los demás tan rápidamente, y a
menudo no ofrecen segundas oportunidades, la compasión es escasa. Se necesita
un gran nivel de desinterés propio para ser compasivo, y desafortunadamente,
muchos carecen en esta área. Tal vez por eso es tan refrescante recordar la
promesa de compasión de Dios por nosotros que se encuentra en las Escrituras de
hoy.
Cuando pienso en la compasión inquebrantable e inamovible de Dios en
comparación con nuestra falta de compasión, me viene a la mente la historia de
Jonás y los ninivitas (Jonás 3-4). Los ninivitas eran un pueblo malvado en el
Antiguo Testamento, que Dios le había dicho a Jonás que destruiría. Sin
embargo, cuando la gente puso fin a sus malos caminos y mostró arrepentimiento,
Dios cambió de opinión y no los destruyó después de todo. En lugar de que este
acto de compasión le trajera gozo a Jonás, ¡lo enojó! En Jonás 4:2 dice:
"¿No te dije antes de salir de casa que tu harías precisamente esto? ¡Por
eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento
para enojarte y lleno de amor inagotable..." Si continúas leyendo, verás
cómo Jonás continúa haciendo su berrinche, y Dios le enseña una lección de
compasión a través de una simple planta.
La gente de Nínive me recuerda a nuestro mundo de hoy. Había más de
120,000 personas en Nínive viviendo en oscuridad espiritual, por lo que Dios
mostró tanta compasión. ¡Imagina la gran compasión que debe sentir por nuestro
mundo perdido! Podemos quejarnos de nuestra situación actual y preguntarnos por
qué Dios aún no ha regresado por Su pueblo, pero Dios, en Su infinita
misericordia y compasión, quiere que todos tengan la oportunidad de apartarse
de sus malos caminos y venir a Él.
Para conocer el corazón de compasión de Dios, es importante recordar de
dónde nos ha traído Dios. ¿Qué ha perdonado en nuestras propias vidas? ¿Con qué
pecado todavía luchamos, pero Dios continúa mostrando misericordia? De la misma
manera que hemos experimentado la compasión de Dios de primera mano, esto es lo
que Él anhela que otros experimenten también. ¡Seamos un canal a través del
cual su amor y compasión puedan fluir!
Oración sugerida: "Querido Dios, gracias por ser un Dios
misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. De
la misma manera que has mostrado compasión hacia mí, te pido que me ayudes a
dejar de lado todo egoísmo y ver a los demás a través de tus ojos. Ayúdame a
seguir difundiendo las Buenas Nuevas con este mundo perdido, para que todos
puedan tener la oportunidad de conocerte por sí mismos. Gracias por escuchar y
contestar mi oración. En el nombre de Jesús, Amén.
Isaías 54:10 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.