Encuentros Diarios
Abril 29, 2022
Dios me diseñó para un propósito
"Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo
Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparo para nosotros tiempo atrás.”1
Hace poco más de 50 años, un
hombre llamado Hugh Morehead comenzó un pasatiempo de escribir a filósofos,
científicos y autores famosos y preguntarles: "¿Cuál es el propósito de la
vida?" Las respuestas que recibió fueron bastante deprimentes.
Isaac Asimov respondió:
"Por lo que puedo ver, no hay propósito para la vida".
Karl Jung, el psiquiatra
austriaco, escribió: "No sé cuál es el significado o el propósito de la
vida, pero parece como si hubiera algo que significara eso".
Arthur Clark, el autor de
2001, escribió: "Me temo que no tengo ideas concretas del propósito de la
vida".
Albert Ellis, el psiquiatra
que inventó la terapia RET dijo: "Por lo que puedo decir, la vida no tiene
un significado o propósito especial o intrínseco".
Gerald Frank, "En el
esquema cósmico, no veo ni significado ni propósito".
Edward Gorny, "Dudo que
haya uno".
William Gasp, "No hay
sentido para la vida".
Thomas Nagle, "Me temo
que el significado de la vida todavía se me escapa".
Con un sentido de
resignación, Joseph Heller escribió: "No tengo respuestas al significado
de la vida, y ya no quiero buscar ninguna".
¿Alguna vez te has
preguntado cuál es tu propósito? Como podemos ver, la vida sin Cristo no tiene
sentido y está vacía. Afortunadamente, sabemos que Dios nos ha diseñado a cada
uno de nosotros con significado y con un propósito. Él nos dio a cada uno de nosotros talentos únicos para
usar en nuestro servicio a Él. Su Palabra es
nuestro manual, y cada vez que no estamos seguros de lo que Él quiere que
hagamos, Él ha prometido respondernos cuando lo llamemos (Jeremías 33:3). Los invito a tomarse un
momento para pensar en los talentos que Dios les ha dado. Tal vez tengas
habilidades especiales, o seas bueno para escuchar a los demás... ¿cómo se
pueden usar estas cosas para servir a Dios? Recuerde, servimos a Dios sirviendo
a los demás y, al hacer esto, estamos cumpliendo Su propósito para nuestras
vidas.
Oración sugerida: Querido
Dios, el enemigo puede tratar de ser la voz de la confusión y hacerme creer que
no soy lo suficientemente bueno para servirte, o que la vida no tiene sentido,
pero sé quién soy. Yo soy tu hijo amado, salvado por la gracia, a quien creaste
con dones únicos y un propósito. Dame claridad sobre cómo puedo usar mejor esos
dones para ti. Dame nuevas oportunidades para servir a los demás cada día.
Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Efesios 2:10.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
|