Encuentros Diarios
Mayo 16, 2022
Débora: Un ejemplo de liderazgo piadoso
"Débora, la esposa de Lapidot, era una profetisa
que en ese tiempo juzgaba a Israel. Solía sentarse bajo la Palmera de Débora,
entre Rama y Betel en la zona montañosa de Efraín, y los israelitas acudían a
ella para que los juzgara."1
Débora fue una mujer ejemplar, y una de las más
influyentes en el Antiguo Testamento. Ella era una esposa, una profetisa, la
única jueza que guiaba al pueblo de Dios y una guerrera que llevaría a Israel a
la batalla contra sus enemigos.
Israel tenía la tendencia a meterse en muchos
problemas debido a su desobediencia a Dios, y esto llevó a la servidumbre a
manos de sus enemigos. Habrías pensado que la prosperidad que experimentaron
después de los días de Josué habría hecho crecer su fe, sin embargo, este no
fue el caso. Después de 20 años de sufrimiento,
los israelitas clamaron al Señor por ayuda una vez más, y Él los escuchó. El
Señor le dio a Débora instrucciones sobre cómo prepararse para la batalla, y
cuando llegó el momento, ella fue a la batalla con el ejército de Israel. Tal
como Débora había profetizado, el Señor les dio la victoria a través de una
mujer llamada Jael.
Inmediatamente después de su victoria, Débora y Barac
hicieron lo que Israel no había hecho desde los días de Josué: dar toda gloria,
honor y alabanza a Aquel que es digno. Puedes
encontrar El Cantico de Débora en Jueces 5. Débora
sirvió como jueza durante cuarenta años y nos dejó muchas lecciones de su
ejemplo de liderazgo piadoso.
Primero, siempre debemos recordar al Señor... en los
buenos tiempos y en los tiempos difíciles. El pueblo de Israel a menudo
invocaba a Dios cuando lo necesitaban, pero luego caía en el pecado después de
que Dios les había respondido. El Señor pone a personas como Débora en nuestras
vidas para despertarnos y ayudarnos a volver a El cuando comenzamos a ir a la
deriva.
En segundo lugar, Débora fue un verdadero ejemplo de
fidelidad. Ella no sólo era una jueza, sino también una esposa y profetisa.
Ella fue obediente a Dios y guió a Su pueblo con valor y fuerza. Todos tenemos
diferentes responsabilidades en nuestras vidas, pero Dios nos llama a ser
fieles y obedientes en todas las áreas.
Tercero, Débora confió en el poder y la fidelidad de
Dios a su pueblo. Ella poseía muchas cualidades como líder, pero su confianza
estaba en Dios y en la certeza de que él iría delante de ellos. Ella tomó acción
e inspiró a otros a seguir su ejemplo porque, con Dios, no había nada que
temer.
Dondequiera que Dios nos tenga, sirvámosle en
obediencia. Nunca olvidando todo lo que ha hecho por nosotros. Lideremos por ejemplo con
confianza en Aquel que merece todo honor y alabanza y animemos a otros a hacer
lo mismo.
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por estos
ejemplos de fidelidad y obediencia que encontramos en tu Palabra. Ayúdame a
elegir imitar estos ejemplos y no ser como el pueblo de Israel que, una y otra
vez, hizo el mal ante tus ojos. Quiero servirte con valentía e inspirar a otros
a hacer lo mismo. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de
Jesús, amén.
Jueces
4:4-5 (NTV).
|