Encuentros Diarios
Mayo 19, 2022
Usando nuestro éxito para la gloria de Dios: Lidia
"Cuando fue bautizada con su
familia, nos hizo la siguiente invitación: ‘Si ustedes me consideran creyente
en el Señor, vengan a hospedarse en mi casa’. Y nos persuadio."1
Lidia era una mujer de negocios, una empresaria. Ella era conocedora y
hábil en su oficio. Su negocio fue exitoso. (Hechos 16:14). Ella era la
propietaria y la cabeza de su propia casa. Es probable que ella fuera dueña de
esclavos que trabajaban bajo su mando (Hechos 16:15). Era respetada y
considerada una ciudadana prominente en su comunidad. Pero, más que esto, ella
era una fiel seguidora de Cristo.
Pablo y Silas se encontraron con Lidia en la orilla del río en medio de
la reunión de oración de mujeres (Hechos 16:13). Podría haber sido que ella
estaba dirigiendo la reunión porque ella era la única mujer nombrada. Sin
embargo, ella se abrió inmediatamente a las palabras de estos misioneros y ella
y su familia fueron bautizados. Luego abrió su casa para que se quedaran todo
el tiempo que necesitaran. Más tarde, su hogar sirvió como la iglesia para los
creyentes en Filipos.
Lidia no permitió que su estatus exitoso le impidiera ser una humilde
sierva del Señor, y cuando se presentó la oportunidad, estaba ansiosa por dar
lo que tenía para ayudar a construir el ministerio del Señor. Lidia es un
ejemplo tanto para las mujeres como para los hombres de hoy que hacen de su
trabajo y sus éxitos una prioridad antes de su relación con el Señor. Lidia se
menciona brevemente en las Escrituras, pero la lección que el Señor quiere que
aprendamos de esta persona fuerte y competente es grande. Si Dios es lo
suficientemente misericordioso como para bendecirnos con éxito, entonces
podemos, a su vez, usar ese éxito para glorificar a Dios y promover Su reino.
¡Seamos juzgados, como Lidia, "fieles al Señor"!
Oración sugerida:
Querido Padre Celestial, qué poderosa lección podemos aprender de Lidia.
Ella te amó primero y la hiciste grande en tu reino y entre los hombres. Dame
el deseo de usar los dones que me has dado para honrarte. ¡Permíteme ser
encontrado fiel a Ti! En el amoroso nombre de Jesús, Amén.
Hechos 16:15 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
|