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Encuentros Diarios
Mayo 20, 2022
Redimidos y bendecidos
"¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo
no heredaran el reino de Dios? No se engañen a sí mismos… Algunos de ustedes
antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos
justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de
nuestro Dios."1
En la Genealogía de Jesús, que encontramos en Mateo 1,
hay cuatro mujeres mencionadas. Es bastante inusual encontrar mujeres
enumeradas en una genealogía judía, y las mujeres mencionadas lo hacen aún más
sorprendente. Si tuvieras que buscar matriarcas enumeradas en la ascendencia de
Jesús, podrías esperar encontrar nombres como Sara, Raquel, Rebeca, etc. Sin
embargo, si te tomas un momento para leerlo, descubrirás que este no fue el
caso. Entre los 4 nombres enumerados está Rahab que, si recuerdas, era una
prostituta en la ciudad de Jericó que escondió a los espías israelitas (Josué
2:1). Ahora
bien, ¿por qué Dios dirigiría a los espías a la casa de una mujer? ¿Y una que no tenía la mejor
reputación?
Hay
muchas razones por las que Dios podría haber elegido a esta mujer en particular
para ayudar a los espías. Pero lo que más me toca el corazón es que otras
personas podrían haber subestimado el potencial de Rahab a causa de sus
circunstancias pasadas y presentes. Pero no Dios. El necesitaba a alguien
valiente y audaz para el trabajo en cuestión. Cuando llegaron los espías, en
lugar de retroceder con miedo, Rahab actuó rápidamente y los escondió en su
techo. Luego redirigió a los hombres del rey, despejando el camino para que los
espías escaparan. Cuando Dios miró a Rahab, no vio su profesión. Vio su
potencial ... quién podría ser ella en Él. Dios sabía que Rahab lo necesitaba,
y ella estaba lista para ese encuentro. Su
redención fue tan especial, que le dio un lugar en la genealogía de Jesús.
Cuando Dios destruyó la ciudad de Jericó, Rahab y su familia se salvaron. Rahab
había encontrado un nuevo propósito y un futuro con el que nunca soñó.
Nuestro
Dios es misericordioso, compasivo y perdonador. No usa lo perfecto, sino que
perfecciona lo imperfecto. Si alguna vez has pensado que estabas
"descalificado" de servir a Dios debido a tus experiencias o errores
pasados, ¡piénsalo de nuevo! Nuestro desorden tiene significado en las manos de
Dios. ¡Él te quiere! ¿No abrirás tu corazón a Él?
Oración sugerida: Querido Dios, gracias por ver lo que
otros no ven. He cometido, y sigo cometiendo, errores, pero quiero ser
utilizado por ti. Gracias por tu perdón y gracia que no se enfoca en mi pasado,
sino en mi potencial. Ayúdame a confiar en tu plan para mi vida. Gracias por
escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1
Corintios 6:9-11 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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