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Encuentros Diarios
Julio 28, 2022
Brazos de bienvenida
"No juzguen a
nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará,
y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes."1
"No hay más que un
solo legislador y juez, Aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio,
¿quién eres para juzgar a tu prójimo?"2
Recientemente, asistí a
una noche de adoración donde varios cantantes cristianos estuvieron presentes. La
adoración fue hermosa, pero hubo un momento esa noche que me impactó más que
cualquier otra cosa.
Había llevado a mi hija
al baño, y al salir vi a un miembro del personal que estaba limpiando el baño.
La salude y ella rápidamente comentó: "He estado escuchando las canciones
de adoración. Son tan hermosas". Luego me preguntó si yo asistía a una
iglesia cristiana y algunas otras preguntas generales. Después de unos dos minutos
de estar platicando, ella dijo: "He estado queriendo ir a una iglesia,
pero tengo miedo". Le pregunté a qué le tenía miedo, y ella respondió:
"Sé que la forma en que estoy viviendo está mal, y tengo miedo de que me
rechacen". ¡Mi corazón se hundió! Aquí estaba cara a cara con alguien que
necesitaba desesperadamente a Jesús, y ella se estaba absteniendo de venir a él
porque tenía miedo de ser rechazada por la gente en la iglesia.
Puse mi brazo sobre su
hombro y le dije: "No soy nadie para juzgarte. He pecado en más de un
sentido, ¡pero Dios me ama y me ha perdonado! Él también te ama y te perdonará
cuando vengas a él. ¡Él nunca te rechazará! Lamento que nosotros (los
cristianos) te hayamos dado esa impresión, pero eso no es lo que Dios es. Él
tiene los brazos abiertos para ti". Hablamos un poco más, ella me pidió que orara
por ella y fuimos por caminos separados.
Salí de ese baño
sintiéndome tan agradecida por ese momento que Dios me había dado, pero también
sintiéndome tan triste por la impresión que algunas iglesias han tenido en los
no creyentes. Si queremos ser las manos y los pies de Dios en este mundo y
traer a otros a Él, debemos asegurarnos de modelar su ejemplo. Jesús no nos
condena, sino que ha venido a salvarnos. Juan 12:46 dice: "Yo soy la luz
que ha venido al mundo, para que todo el que crea en mí no viva en tinieblas."
Las personas están listas para venir a la luz de Cristo, pero ¿estamos
nosotros, como cristianos, listos para recibirlos con brazos de amor? La Biblia
dice que todos hemos pecado y a los ojos de Dios, el pecado es pecado. Estábamos
tan perdidos y desesperados como cualquier otra persona, a pesar de que
nuestras acciones pueden haber sido un poco diferentes. ¡Pero gracias a Dios
por Jesús! Es sólo gracias a Él que
tenemos esperanza.
Oración sugerida:
Querido Dios, ayúdame a nunca olvidar de dónde me has traído. Estaba perdido en
la oscuridad, pero me adoptaste en tu familia a través de Jesús. Úsame para ser
tus manos y pies para aquellos que más te necesitan. Que sientan tu amor tan
tangiblemente a través de mí que no puedan resistirse a ti. Gracias por
escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Mateo 7:1-2 (NVI). Santiago 4:12.
El Encuentro de hoy fue
escrito por: Crystal B.
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