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Encuentros Diarios
Septiembre 06, 2022
Fruta de temporada
"Que alegría para los que no siguen el
consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones, sino que
se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. Son como árboles
plantados a la orilla de un rio, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas
nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen."1
A medida que
las estaciones cambian de verano a otoño, los colores y los olores llenan mis
sentidos y no puedo evitar sonreír. Me emociona especialmente ver las calabazas
brotando en los campos; ¡grandes, maduros y listos para la cosecha! La frescura
en el aire nos recuerda que una nueva temporada está entre nosotros, y nos
preparamos para los sabores del otoño.
Nuestra vida
también viene con estaciones. Hay estaciones en nuestras vidas donde nuestros
días están llenos de colores brillantes y calidez; seguido de una estación que
nos deja con sensación de frío y con un sabor amargo en la boca. No somos
ingenuos al saber que tendremos nuestra parte de buenos momentos y tiempos
difíciles; pero cuando nuestros pensamientos se centran en el Señor, y pasamos
nuestros días deleitándonos en Su Palabra, Él nos permite salir a través de
cada momento produciendo el fruto que es apropiado para cada estación de
nuestra vida. A veces esa fruta será grande y hermosa y a veces tendrá una
forma extraña y magullada. Una de las cosas que me encanta de ir a un huerto de
calabazas es la variedad de calabazas que encontrarás. Algunos tienen una forma
perfecta y un color naranja brillante, mientras que otros están descoloridos y
llenos de verrugas. Sin embargo, hay belleza en cada uno, y me encanta que el
jardinero no saque los "feos", sino que los deje para que todos los
disfruten. Todos los diferentes tamaños, formas y colores le dan carácter al huerto
de calabazas y le proporcionan una belleza única.
El Salmo 1 es
un hermoso recordatorio de que Dios nos creó para cambiar con las estaciones y
dar mucho fruto. Lo que nuestra vida produce no tiene por qué ser perfecto.
Cuando Dios es el jardinero, podemos estar seguros de que es un fruto perfecto
para compartir con los demás. Permita que otros disfruten de esta temporada con
usted, sin importar la temporada que sea. Así como el sol y la lluvia traen fruto
a cada estación, también lo hará tu vida. La fruta "buena" y la fruta
"fea" están destinadas a darnos carácter y proporcionar una belleza
única en cada uno de nosotros. ¡Disfruta de la fruta de temporada que Dios está
produciendo en tu vida hoy!
Oración sugerida: Querido Señor, qué bueno eres de
permitirme saludar cada estación de mi vida con una perspectiva diferente. Hoy
quiero deleitarme en ti y ver el fruto que me has creado para producir. Luego,
permíteme compartirlo con otros, para que puedan verte en cada estación de mi
vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Salmo
1:1-3 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
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