"Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanara tus sendas".1 

Daniel B. Towner, quien escribió la melodía de esta canción, comenzó su carrera como líder de adoración en Nueva York. Había estudiado con algunos de los mejores músicos y servido en varias iglesias diferentes, antes de finalmente viajar con D.L. Moody. Una vez explicó cómo se llegó a escribir este himno: 

"El Sr. Moody estaba predicando en varias reuniones en Massachusetts, y tuve el placer de cantar para él allí. Una noche, un joven se levantó para dar un testimonio y dijo: "No estoy muy seguro, pero voy a obedecer y confiar". Anoté esa frase y la envié con la pequeña historia al reverendo J.H. Sammis, un ministro presbiteriano". 

Sammis escribió un poema basado en la frase "obedecer y confiar" y se lo envió de vuelta a Towner que fue a trabajar en la música. Sin embargo, pronto se desanimó y una noche en su casa, arrugó el papel y arrojó el manuscrito a la basura. A la mañana siguiente, mientras su esposa enderezaba su oficina, recuperó el papel arrugado y cantó las palabras y la melodía para sí misma. Ella lo puso en el órgano y animó a su esposo a trabajar en él un poco más, diciéndole: "Siento que la melodía que has escrito es justo lo que se necesita para llevar el mensaje". Tenía razón.  

En 1893, el Dr. Towner se convirtió en jefe del Departamento de Música del Instituto Bíblico Moody de Chicago, donde entrenó a cientos de jóvenes para dirigir la adoración y ministrar al Señor en la música. Escribió las melodías de algunos de nuestros himnos favoritos y también compiló 14 libros de himnos, y escribió varios libros de texto. Continuó sirviendo fielmente en adoración hasta que murió de una convulsión a los 70 años, mientras dirigía el canto en las reuniones del Avivamiento en Longwood, Missouri. 

Para andar con Jesus no hay sendero mejor que guardar sus mandatos de amor.  

Obedientes a El siempre habremos de ser, y tendremos de Cristo el poder.  

Obedecer y confiar en Jesus, es la senda marcada para andar en la luz.2