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Mayo 18, 2023

Llamo a la puerta de la calle, y salió a responder una criada llamada Rode. Al reconocer la voz de Pedro, se puso tan contenta que volvió corriendo sin abrir. ¡Pedro está a la puerta! exclamo."¹

En Jerusalén de antaño, las casas estaban colocadas una al lado de la otra con una pared exterior que daba a la calle. Las puertas se mantenían cerradas, garantizando la seguridad de la familia. La puerta no tenía ventanas ni mirillas. Cada casa tenía un portero designado que se esperaba que aprendiera y reconociera las voces de familiares y amigos, abriendo la puerta solo para ellos. Estos pocos versículos en el libro de Hechos describen con precisión esta situación. Un día, Rode, que era una sirvienta, respondió a un golpe en la puerta. La voz que escuchó al otro lado de su puerta protectora era una que no esperaba escuchar, aunque era una que reconocía claramente. Pedro había estado en prisión, pero la iglesia, incluyendo a Rode, había estado orando fervientemente por su liberación. La noche antes de ser llevado a juicio, el ángel del Señor se le apareció a Pedro en su celda, lo liberó de sus grilletes y lo llevó a un escape milagroso de los muros de la prisión. Pedro luego corrió a la misma casa donde sabía que muchos serían reunidos en oración. ¡Qué sorpresa debe haber sido para Rode escuchar la voz de Pedro!  ¡Ella había sido testigo del poder de la oración de primera mano!

A pesar de que Rode se menciona muy brevemente, podemos aprender varias cosas importantes de ella. Una de las cosas más notables en mi opinión es que Rode era una niña. La palabra "niña" sugiere que podría haber sido una adolescente o jovencita, y lo más impresionante fue el hecho de que estaba participando en una reunión de oración. Aunque ella era sólo una sirvienta, Hechos 12 sugiere que ella estaba involucrada en la congregación en Jerusalén. Cuando oyó la voz de Pedro, se sintió abrumada por la alegría (v.14); Estaba emocionada y ansiosa por compartir la noticia con aquellos en su iglesia. Puedo imaginar que detrás de esta joven amante de Cristo había una madre amante de Cristo que le enseñó a su hija los caminos del Señor. La sencilla historia de Rode nos recuerda que la edad no es un factor cuando se trata de servir al Señor. No se nos dice que Rhoda dirigió una clase de Escuela Dominical, o que cantó en el equipo de adoración; Se nos dice que ella era la portera. Su trabajo era abrir y cerrar esa puerta y lo hizo de todo corazón. La historia de Rode  está registrada en las Escrituras debido al pequeño pero importante trabajo que hizo. Que esto sea un recordatorio para nosotros de que Dios usa cada posición. Este mes, como hemos celebrado a las madres en todo el país, ¡celebremos a las madres que están criando a sus hijos para servir al Señor!

Oración sugerida: Querido Padre Dios, te agradezco por ejemplos como Rode que me recuerdan que todas las posiciones son importantes cuando se hacen para tu gloria. Gracias por usar a cualquiera que esté dispuesto a servirte. En el nombre de Jesús, Amén. 

1.    Hechos 12:13-14 (NVI).

El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.