Encuentros Diarios
Mayo 19, 2023
Obedecer el llamado de Dios
"Débora, la esposa de Lapidot, era una profetisa que en ese tiempo juzgaba a Israel. Solía sentarse bajo la Palmera de Débora, entre Rama y Betel, en la zona montañosa de Efraín, y los israelitas acudían a ella para que los juzgara."1
El pueblo de Israel a menudo se metía en problemas debido a su desobediencia al Señor. Cuando las consecuencias de su pecado se volvían insoportables, recordaban al Señor y clamaban por ayuda (¡suena como algunos de nosotros!). Así es como comienza la historia de Débora.
Dios, en su gran misericordia, había enviado ayuda al pueblo en forma de jueces. Débora fue una profetisa, una compositora y una valiente guerrera. Ella vino de la región montañosa de Efraín entre Betel y Ramá y se casó con un hombre llamado Lapidot. Ella no tenía una gran oficina para consultar al pueblo de Dios, sino que se sentaba debajo de un árbol proporcionando sabiduría piadosa y guía a aquellos que acudían a ella en busca de consejo.
A pesar de que Débora tenía tantas cualidades asombrosas, fue llamada una "Madre para Israel" (Jueces 5:7). Ella vio al pueblo de Israel como sus hijos, y así como una madre cuida y guía a sus hijos, esto es lo que Débora hizo por el pueblo de Israel. Ella anhelaba que tuvieran una relación restaurada con el Señor y que experimentaran las bendiciones de paz y seguridad que provienen de nuestra obediencia a Dios. Cuando llegó el momento de pelear, nadie iría hasta que Débora "se levantara". Ella fue la inspiración y la motivación que llevó al pueblo a la victoria. Tener tal autoridad e influencia puede no haber sido común en los tiempos bíblicos, pero Débora obedeció el llamado de Dios y le permitió hacer cosas extraordinarias a través de ella.
El Señor puede usarnos cuando, como Débora, elijamos ser obedientes a Su llamamiento. Podemos ser sacados de nuestra zona de confort, pero es en estos lugares donde Dios puede usarnos para tener el mayor impacto y ser una luz para los demás.
Oración sugerida: Querido Señor, gracias por el hermoso recordatorio de que puedes usar a cualquiera que esté dispuesto y sea obediente. Por favor, cumple tu voluntad en mí y úsame para ser una inspiración y motivación para que otros te sigan. Gracias por escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
1. Jueces 4:4-5 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Crystal B.
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