|
Encuentros Diarios
Agosto 11, 2023
Lo siento
Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.1
Una de las cosas más difíciles del mundo es admitir que estamos equivocados, lo correcto junto con pedir perdón. Ser capaz de decir: "Cometí un error", "Tomé la decisión equivocada" y "Lo siento" puede ser increíblemente difícil. El orgullo es probablemente un factor importante, pero también lo es el miedo. Muchas veces, es más fácil fingir que nunca nos equivocamos que enfrentar las consecuencias de nuestras malas acciones. Es más fácil evitar a la persona a la que hemos hecho daño que enfrentarla y tener que disculparse. Pero no podemos esquivar a Dios tan fácilmente. Él ya sabe todo el mal que hemos hecho. ¡Ese es un pensamiento que podría hacernos querer correr y escondernos! La buena noticia, sin embargo, es que cuando somos seguidores de Jesús, no necesitamos temer confesar o admitir nuestros errores.
Cuando mi hija era niña, no podía (o no quería) decir las palabras "Lo siento". Sabía que habría consecuencias si no pedía perdón y, sin embargo, se negaba a decir las palabras; palabras que traerían sanidad a su alma, así como a la persona a la que había ofendido. Ella prefería las consecuencias, perder un privilegio u otra acción disciplinaria. Su orgullo, incluso de niña, era muy grande y algo que le impedía disfrutar de muchas cosas. Sin embargo, ella, como nosotros, no fue condenada por su pecado; Jesús se encargó de eso. Así como un padre puede perdonar a un hijo porque sus caminos son infantiles e inmaduros, así Jesús puede perdonarnos a nosotros, sus hijos, por nuestras acciones inmaduras y a menudo infantiles. Jesús sufrió una muerte cruel en la cruz y su justicia ha sido satisfecha, por lo que ahora el proceso de confesión y pedir perdón se trata de nuestra humildad y crecimiento. Nos acerca más a nuestro Salvador y nos permite experimentar Su perdón, porque cuando hacemos mal a los demás, finalmente le hacemos mal a Él. Ser capaz de confesar nuestros errores y decir "lo siento" fortalece nuestras relaciones entre nosotros y construye el vínculo con nuestro Señor.
Si hay alguien a quien has hecho daño, dáselo a Dios y él te dará la fuerza para pedir perdón y decir: "Lo siento". Nuestro Dios justo ya te ha perdonado, ¡todo lo que necesitas hacer es confesar!
Oración sugerida: Querido Dios, eres tan misericordioso de ofrecerme perdón incluso cuando fue mi pecado el que te clavó en esa cruz. Tu amor supera mi entendimiento, y me quedo sin palabras por tu misericordia. Perdóname por haberte ofendido con mi corazón implacable. Gracias por amarme y hacer un camino para que pase la eternidad contigo. En el nombre de Jesús, Amén.
1. 1 Juan 1:9.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Verónica B.
|
|