Encuentros Diarios
Marzo 13, 2024
Reflejando el amor de Dios
“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.”1
A veces, cuando el cielo nocturno está despejado, la luna llena ilumina el paisaje, haciendo que todo sea visible. Sin embargo, por muy brillante que sea la escena, la luna no emite luz, sino que es un reflejo del sol. Este ejemplo de la naturaleza ilustra una valiosa lección espiritual: podemos ser capaces de hacer lo que no parece posible con nuestras propias fuerzas.
Amar a los demás puede entrar en esta categoría. Algunas personas hacen que esta tarea sea difícil, convirtiéndola en un espinoso desafío. Pero en el pasaje de hoy, el Señor Jesús les dijo a sus seguidores: "Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros" (versículo 34).
Los discípulos pueden haber pensado que eso era imposible, pero el propio mandamiento contiene la respuesta a cómo podemos obedecerlo: Antes de poder amar como lo hace el Señor, primero debemos recibir su amor por nosotros. Solo entonces seremos capaces de ser un reflejo de Él para quienes nos rodean y llevarlos a Aquel que se preocupa por ellos más profunda y abundantemente de lo que podrían imaginar. El Señor nos da poder para ser "imitadores de Dios, como hijos amados".
Solo entonces seremos capaces de "andar en amor, como también Cristo nos amó" (Efesios 5:1-2). Y cuando lo hagamos lograremos algo grande y glorioso, y seremos bendecidos.
Oración sugerida: Querido Jesús, este día quiero agradecerte por amarme con un amor incondicional. Quiero recibir tu amor cada día, para así, ser un reflejo tuyo para quienes me rodean. Ayúdame a reflejar tu amor en cada lugar que estoy y a grabar en mi corazón el mandamiento nuevo que nos has dejado. Ayúdame andar en tu amor cada día y todos los días. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1. Juan 13:34-35.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
|