Encuentros Diarios
Abril 04, 2024
Orando con la mente puesta en el cielo
“Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes. Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y comprensión espiritual, para que vivan de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con paciencia en toda situación y con mucha alegría darán gracias al Padre.”1
Pertenecemos a Cristo, y nuestro hogar no es de este mundo. ¿Reflejan eso nuestras oraciones? El Señor quiere que le hablemos de nuestro día y le llevemos nuestras peticiones, pero también desea que oremos por la salvación de los demás y por el crecimiento espiritual de sus hijos.
Veamos las oraciones de Pablo. Estaban centradas en Cristo, y con que las personas llegaran a conocer de Dios, seguirlo y obedecerlo. El apóstol anhelaba que los creyentes colosenses fueran llenos de sabiduría y entendimiento espiritual, y que anduvieran de una manera digna. Oro para que agradaran al Señor, fueran fructíferos y crecieran en el conocimiento de Dios. Finalmente, pidió que fueran fortalecidos con el poder del Espíritu Santo y demostraran constancia y paciencia. Nuestro Dios se deleita en responder tales oraciones, porque todas ellas son parte de lo que Él desea para nosotros.
Pablo no estaba ignorando las necesidades físicas y emocionales de las personas. Por el contrario, sabía que las respuestas de Dios a estas oraciones en Colosenses 1 eran la manera que tenían los creyentes de triunfar en las pruebas. Así tendrían fuerzas para perseverar y dar buen testimonio. Dé ahora los pasos necesarios para que su vida de oración esté más puesta en el cielo que en la Tierra.
Oración sugerida: Amado Padre, te doy gracias porque tengo acceso directo a ti. Te pido por favor me ayudes, para que mis oraciones reflejen que mi mente esta puesta en el cielo - mi hogar eterno. Te pido que me llenes de sabiduría y entendimiento espiritual para agradarte en todo momento. Te pido que mi vida de oración este más puesta en el cielo que en la tierra. Oro en el nombre de Jesús, Amén.
1. Colosenses 1:9-12 (NVI).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Rosina N.
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