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Encuentros Diarios
Diciembre 02, 2019
Dando lo mejor de sí mismo
“Todo lo que esté al alcance de tu mano, esmérate en hacerlo según tus fuerzas.”1
Una de mis citas favoritas es la de un ex presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, quien dijo: “no es el crítico quien cuenta, ni el hombre que precisa cómo tropezó el hombre fuerte, o cómo o dónde las buenas obras podrían haberse usado de mejor manera. El crédito le pertenece al hombre que está realmente en la en la arena, cuya cara está empañada por el sudor, el polvo y la sangre; quien yerre y lo vuelve a intentar una y otra vez; quién conoce el gran entusiasmo, las grandes dedicaciones; quién se dedica a una causa digna; quien en el mejor de los casos conoce el triunfo del alto logro, y quien en el peor de los casos, si falla, por lo menos falla mientras que se atrevió en gran forma, para que su lugar no esté nunca con esas almas tímidas que no conocen la victoria o la derrota.”
¿Significa esto que todos debemos de estar dotados? Absolutamente no. Lo importante es que todos usemos los dones que Dios nos ha dado y los usemos con la mejor de nuestras habilidades.
O como lo dijo Martin Luther King, Jr. “Si un hombre es llamado para ser barrendero, él debe barrer las calles así como Miguel Ángel pintó, o como Beethoven compuso música o como Shakespeare escribió poesía. Él deberá barrer las calles tan bien que todos los anfitriones del cielo y de la tierra se detendrán brevemente para decir, ‘aquí vivió un gran barrendero quien hizo bien su trabajo.’”
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a saber cuáles son los dones que me has dado, hacerlos crecer y usarlos con la mejor de mis habilidades para servirte a ti y a la humanidad para tu gloria. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Salomón, Eclesiastés 9:10 (NVI).
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