Encuentros Diarios
Noviembre 11, 2019
Cuando todo lo demás falla
“Cuando el hijo prodigo por fin recapacitó y se dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros." Así que emprendió el viaje y se fue a su padre.”1
En su boletín electrónico de noticias Rick Ezell escribe, “en las montañas Escocia las ovejas vagan libres entre las rocas y consiguen a menudo entrar a lugares de los cuales no pueden salir. El pasto en estas montañas tiene un sabor muy dulce, y les gusta a las ovejas. Ellas saltarán de diez a doce pies a una saliente en las rocas solo por un remiendo de pasto, y después no pueden saltar de regreso. El pastor las escucha balar en señal de socorro. El pastor puede dejarlas allí por días, hasta que han comido toda la hierba y están tan débiles que no pueden sostenerse en pie. Solo entonces pondrá el pastor una cuerda alrededor de las ovejas y las sacara de las garras de la muerte.
“¿Por qué no procura el pastor un rescate en cuanto las ovejas se meten en el predicamento? Las ovejas son tan tontas y están enfocadas en comer que tratarían de alejarse del pastor y caerían al precipicio matándose.
“Tal es el caso con nosotros. A veces necesitamos experimentar un poco de la muerte antes de poder gozar de la abundancia de la vida. El señor nos rescatará en el momento en que nos hemos dado por vencidos, comprendiendo que no podemos liberarnos, e imploramos su ayuda.”2
Para muchos de nosotros, como el hijo prodigo, es solamente cuando todo lo demás falla y golpeamos fondo, que buscamos a Dios para que nos ayude, pero esa es algo bueno porque solamente Dios puede rescatarnos de las quijadas de la muerte eterna.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias porque cuando finalmente admito que tengo un problema—que soy un pecador—y que necesito ayuda, descubro que has estado esperando pacientemente para que yo venga a ti para que puedas rescatarme de las consecuencias trágicas del pecado que son la muerte y la separación eterna de ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Lucas 15:17-20 (NVI).
2. Rick Ezell, Momentos Cruciales, © 2001. Citado en PreachingNow Ezine. www.preaching.com/preaching/preachingnow.html.
NOTA: Por ayuda para conocer a Dios asegúrese de leer, “Como saber que es Cristiano autentico sin tener que ser religioso” en: www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.htm.
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