Encuentros Diarios
Julio 22, 2020
El Camino Decisivo
“Porque siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia.”1
En su libro, Peak Performers, el Doctor Charles Garfield describe como los astronautas mantienen la nave espacial en curso.
“Se dice que en los vuelos entre la tierra y la luna las naves Apolo estaban fuera de curso la mayor parte del tiempo. En cada viaje, la nave se salía de curso y la tripulación corregía el curso—se salía de curso y se le corregía una y otra vez. ¿Y saben qué? No importaba. Lo que importaba eran los resultados. Ellos llegaron a la luna. Ellos regresaron a casa. Lo hicieron al tener la disciplina y el conocimiento para poder corregir el curso. No siguieron el curso correcto, pero siguieron el camino vital.
Ya sea que deseen alcanzar la luna, lograr una mejor vida personal o familiar, o busquen el obedecer y servir a Dios. Cuales sean las metas, el principio es el mismo. Siempre existen eventos impredecibles e inesperados que requieren un cambio y un ajuste. A pesar de que los astronautas tenían que ser precisos en sus cálculos, ellos tenían un margen de error que podían corregir. La persona que no permite tal ajuste probablemente no alcanzara sus metas. Como lo dijo Garfield, el camino decisivo es el camino para alcanzar la meta.
Para el cristiano, la meta es la de obedecer y servir a Dios y el madurar. Nos tropezaremos, cometeremos errores, caeremos, y encontraremos muchos golpes por el camino. Cuando caemos, sin embargo, lo importante es levantarse, corregir el curso y continuar. Este es el camino v decisivo para nosotros.
Y como un autor nos lo recuerda, ¡A los obstáculos del camino los escalamos!
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, cada día te entrego y confío mi vida y mis caminos y me comprometo a servirte para siempre. Gracias porque siempre me guías, diriges mi vida y corriges las cosas malas o dañinas que pueda hacer—para mantenerme en la ruta de mis metas y los propósitos que tú tienes para mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.”
1. Proverbios 24:16 (NVI).
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