| |
Encuentros Diarios
Diciembre 11, 2020
Endurecimiento del Corazón
"Pero en cuanto el faraón experimentó alivio, endureció su corazón y, tal como el SEÑOR lo había advertido, ya no quiso saber nada de Moisés ni de Aarón."1
Cuando un día me encontraba sentado a la orilla de un rio, saque del agua una piedra solida y la quebré. Estaba perfectamente seca a pesar de que había estado sumergido por siglos. Lo mismo es verdad para muchas personas en el mundo Occidental. Por siglos ellos han estado rodeados del cristianismo; ellos han vivido inmersos en las aguas de sus beneficios. Y aun así no ha penetrado sus corazones; no lo aman. La culpa no está en el cristianismo, pero en el corazón de los hombres, los cuales han sido endurecidos por el materialismo y el intelectualismo.2
Hace unos 4,000 años cuando Dios llamó a Moisés para liberar a los Israelitas de la esclavitud de Egipto, el Faraón se rehusó a dejarlo ir. Dios le seguía enviando plagas a los Egipcios para que el Faraón accediera y permitiera que se fueran, y él accedía. Pero tan pronto como desaparecía la plaga, el Faraón cambiaba de opinión, endurecía su corazón y se rehusaba a dejarlos ir. Después de una resistencia continua, eventualmente Dios endureció el corazón del Faraón.
Cuando no nos apegamos a la palabra de Dios y a su mensaje de obediencia y salvación terminamos endureciendo nuestros corazones. Eventualmente Dios también podría endurecer nuestros corazones—un camino a seguir que es muy peligroso. Hay que abrir nuestros corazones para que entre Jesus y que El sea quien dirija nuestros pasos.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor dame un corazón que este abierto a tu palabra, que acepte tu oferta de salvación y el deseo de siempre vivir en armonía con tu voluntad. Y por favor suaviza las áreas de mi corazón que yo haya endurecido. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Éxodos 8:15 (NVI).
2. Sadhu Sundar Singh (1889-1929)
<:))))><
|
|
