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Encuentros Diarios
Diciembre 03, 2019
La alegría de la mañana… después del llanto
“Porque sólo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.”1
Los siguientes correos electrónicos de nuestros lectores de Encuentro Diario son una muestra típica de los muchos que recibimos:
“Mi prometido canceló nuestra boda. ¿Cómo puedo llenar el doloroso vacio dentro de mí?”
“Mi esposa me dejo por otro hombre. ¿Cómo puedo siquiera empezar a pensar en el futuro?”
“Después de 30 años juntos, mi esposo ha muerto. ¿Qué significado tiene la vida para mí ahora?”
Es verdad, es fácil de creer el principio del versículo de la Biblia para el día de hoy cuando no lo necesitamos. Pero para las personas embargadas por la pena parece ser que la alegría del mañana está muy lejos.
La realidad es que las desilusiones, el dolor, y las penas, nos llegan a todos en un momento dado. Tarde o temprano todos vamos a perder una oportunidad, nuestro trabajo, nuestro portafolio de inversiones, o un ser amado.
Y como lo dijo el poeta;
“Cuando las cosas salen mal como lo es algunas veces,
Y el camino por el que vas marchando parece una cuesta,
Cuando los fondos están bajos y las deudas están altas,
Tiene que sonreír aunque quiera llorar.”
Toma tiempo el trabajar en todo esto y resolver nuestra pena (y necesitamos del apoyo de buenos amigos para que nos ayuden a hacerlo). Pero cuando lo hacemos, el resultado puede ser una persona más comprensiva ... y más capaz de apoyar a aquellos que están pasando por tiempos difíciles. Y, con el tiempo, la alegría de la mañana reemplazará al llanto.
Si de algo sirve, traten de recordar que no importa que tan desilusionados se puedan sentir o cuanto esten sufriendo en este momento, sepan que cada pena y cada perdida lleva en sí una semilla de oportunidad. Escondida dentro de cada pena esta una perla de gran precio, la cual, cuando se encuentra, empequeñecerá tus problemas. Las grandes historias de éxito fueron escritas por personas que, a pesar de tener en contra posibilidades aparentemente abrumadoras e insuperables, han aceptado los retos y los han convertido en oportunidades para su crecimiento personal y como piedras de apoyo en su camino al éxito.
Con la ayuda de Dios nosotros podemos hacer lo mismo. Confíen en él y elijan a los amigos que les darán valor.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, que en cada desilusión, dolor, pena y reto que experimente me ayudes a seguir confiándote mi vida y en el proceso, por favor has algo maravillosos de mi vida. Por favor has esto para tu gloria. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Salmos 30:5 (NVI).
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