|
Encuentros Diarios
Agosto 24, 2022
El poder de los chismes
“El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo.”1
Alan Boone cuenta una historia humorosa de cómo, al final de su primera cita, un joven llevó a su chica favorita a casa. Animado por la obscuridad, él decidió intentar ese tan importante primer beso. Con un aire de confianza, se inclinó apoyando una mano en la pared y, sonriendo le dijo a la chica, “¿Querida, qué tal un beso de buenas noches?”
Horrorizada, ella respondió, “¿Estás loco? ¡Mis padres podrían vernos!”
¡Anda vamos! ¿Quién nos va a ver a esta hora?
No, por favor. ¿Te imaginas si nos atrapan?
“! O, vamos, no hay nadie alrededor, todos están dormidos!
“¡De ninguna manera, es muy riesgoso!”
“¡O, por favor, por favor, me gustas mucho!”
“No, no, y no. ¡Tú también me gustas, pero no puedo!”
“O, si puedes. ¿Por favor?”
“No, no. No puedo hacerlo.”
“¿Por favoooor?”
De repente, se encendió la luz del frente, y la hermana de la chica apareció en sus pijamas y despeinada. En una voz soñolienta le dijo a su hermana: “Papá dice que et animes y le des el beso. O que yo lo puedo hacer. O de ser necesario él mismo bajará y lo besará. Pero por amor de Dios dile que retire la mano del botón del intercomunicador! (intercom).”2
Oh, oh… Hace tiempo después de enseñar una clase, estaba compartiendo algo personal con un amigo y mi micrófono aun estaba encendido. ¡Qué vergüenza tan grande!
Lo que puede ser más devastador e inaceptable es cuando uno comparte en confidencia algo muy personal con alguien de confianza, solo para enterarse de que lo han compartido con alguien más, y esa persona lo compartió con otros y así. La confianza se ha perdido y uno se siente traicionado.
Qué fácil es chismear. Podemos hacerlo de maneras numerosas además de asaltos verbales en el carácter de una persona. Cuando se mención el nombre de alguna persona todo lo que tenemos que hacer es decir, “Oh, ÉL!” en un tono de voz negativo—o incluso dar una mirada sucia con la sola mención del nombre de esa persona. Como alguien lo ha dicho, “la mayoría de nosotros nunca robaríamos el transporte de un hombre, pero no lo pensamos dos veces para robar su reputación.”
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a guardar mi lengua, y a siempre ignorar y no pasar chismes que puedan lastimar. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.”
1. Proverbios 11:13 (NVI).
2. Alan Smith, Boone, NC. http://www.tftd-online.com/. Sólo en inglés.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Richard Innes.
|
|