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Encuentros Diarios
Marzo 12, 2021
Crecimiento Significativo
“‘La
cosecha es abundante, pero son pocos los obreros—les dijo a sus discípulos.
Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.’”1
La tradición dice que el emperador chino le dijo al hombre que inventó el juego
del ajedrez que nombrará su propia recompensa. El hombre simplemente pidió que
un grano de arroz fuera colocado en el primer cuadrado del tablero del juego de
ajedrez: dos granos en el segundo cuadrado, cuatro en el tercero, ocho en el
cuarto, dieciséis en el quinto, y así sucesivamente, doblando la cantidad de
granos en cada cuadrado. El emperador aceptó de inmediato, pero se horrorizo
cuando llego al cuadrado sesenta y cuatro.
La única esperanza que tiene la humanidad para la paz hoy y la esperanza por la
eternidad se encuentran en el evangelio de Jesúscristo. Si yo le digo a una
persona sobre él, y ambos se lo decimos a otra, eso hace que haya cuatro
personas compartiendo buenas noticias. Para el momento en que yo se lo haya
dicho a veintiuna personas, y si todos los otros hacen lo mismo y así
sucesivamente, más de un millón de personas habrán oído de el evangelio en poco
tiempo.2
Jesús comenzó el mensaje del cristianismo entero con doce discípulos ordinarios
que estaban dispuestos a ser usados por Dios. Para el día de la Ascensión ya
había crecido diez veces a 120. “Un poco más de una semana después, en el
Pentecostés, aumentó a 3.000. Para el momento en que el último discípulo murió,
se estima que ya había medio millón de seguidores de Jesucristo.
“Eso fue a finales del primer siglo. Para finales del segundo siglo, este
número había aumentado a casi diez millones. Para el cierre del noveno siglo,
había 100 millones de cristianos. Hoy, el número ha crecido a más de un billón
de creyentes alrededor del mundo. Ninguno de estos crecimientos habría sido
posible si los cristianos no hubiesen estado emocionados y no hubiesen apoyado
las misiones o orado 'al Señor de la cosecha para que envíe obreros a su
campo.'”3
Nuestra
sociedad, especialmente en el último año, se ha vuelto muy “virtual”. Compañías
han tenido que cambiar su forma de operar para poder seguir adelante en estos
tiempos y suplir las necesidades de sus clientes. Con acceso a las redes
sociales, aplicaciones en el teléfono, y el internet en general, se ha vuelto
aún más fácil para nosotros de compartir con otros también. Dios nos ha dado el
mensaje y nos ha comisionado para llevarlo al mundo. Él nos ha dado los métodos.
Todo lo que él necesita es su gente trabajando juntos cada uno haciendo su
parte para compartir a Cristo con el mundo. ¿Usted está listo para dar el
paso en compartir con los demás? Uno texto, llamada telefónica, o mensaje
puede proveer la esperanza que alguien necesita escuchar hoy.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por tu gran salvación
la cual me ha dado el regalo de la vida eterna y un hogar en el cielo para
estar junto a ti por siempre—y salvarme de la condenación eterna. Estoy
dispuesto para que me uses como una parte de tus planes y de lo que estás
haciendo en el mundo el día de hoy. Por favor dame la pasión por las almas
perdidas y ayúdame a ser como Cristo en cada vida que toque—y úsame para ayudar
a divulgar el evangelio en cualquier forma posible. Gracias por escuchar y
responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesucristo, Amén.”
1. Mateo 9:37-38.
2. Dorothy O'Neill, Revista Encuentros (Australia), Marzo/Abril 2002.
3. Dennis Kastens, "Ecos de eternidad," del sermón: "Se
necesitan trabajadores para el campo." (En inglés)
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