|
Encuentros Diarios
Marzo 09, 2017
Querer contra el Desear
“Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años. Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo, y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó: ¿Quieres quedar sano?”1
Un lector de Encuentros Diarios escribe, Después de muchos años de terapia y orar por ayuda, mi hermano quien ha sido un cristiano por muchos años parece no poder deshacerse de sus problemas emocionales y de sus fallas. ¿Hay algo que le pueda decir para ayudarle a que se perdone a sí mismo? ¿Qué es lo que lo detiene de poder encontrar la salud y la libertad?
El porqué él está en esta situación puede ser cualquiera de una cantidad de razones. Una podría ser que muy dentro de sí el no desea estar bien.
De acuerdo a ciertos reportes que he leído tanto de fuentes cristianas así como de fuetes seculares, de todas las personas que asisten a un consejero diciendo que necesitan ayuda aproximadamente el 25 porciento no desea recuperarse para estar bien. Algunas de estas personas disfrutan del sentir lástima de sí mismas y obtienen un tipo de satisfacción al buscar la simpatía de los demás. Un increíble 50% espero que el consejero o el psicólogo los haga sanar. Solo un 25% toma la responsabilidad de hacer lo que sea necesario en orden de estar bien. Un doctor indica que algunos pacientes prefieren someterse a una operación antes de ellos mismo operar y cambiar su forma de vida.
Muchos de nosotros decimos que queremos perder peso, pero, hacemos poco o nada al respecto. Lo que hacemos es confundir un deseo con lo que queremos. El desea algo es una cosa muy diferente al querer algo.
Como Jesús le dijo al enfermo, ¿Quieres quedar sano?”
Para sanar/estar bien, necesito comprometerme a estar bien y aceptar la responsabilidad de hacer lo que sea necesario para lograr estar bien. Puedo ora por siempre sobre el querer perder peso pero si no cuido mi dieta y no hago suficiente ejercicio, esto no sucederá. Y si me aferro a mis resentimientos y me rehúso a perdonar a todos los que me han lastimado, yo no podre mejorar tampoco.
Es verdad, algunas enfermedades y circunstancias miserables están fuera de nuestro control pero hay tanto que nosotros podemos hacer por nosotros mismos. Si, oren por sabiduría para saber qué hacer, por la verdad para ver lo que necesitamos hacer, por el valor para hacerlo y para que Dios nos guie hacia la ayuda que necesitamos para lograrlo. Cuando nosotros ponemos algo de nuestra parte, podemos estar seguros de que Dios hará su parte.
El punto es ¿en realidad queremos estar sanos - o solo deseamos estar sanos?
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a aceptar la responsabilidad en cada situación adversa en la que me encuentre. Además el confiar en ti me ayuda a ver lo que puedo y necesito hacer para que el sanar y el estar bien sea posible. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Juan 5:5-6.
<:((((><
|
|