|
Encuentros Diarios
Mayo 28, 2018
Cuidado! Puede explotar
"Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia."1
Melvin McDonald sirvió en la Naval canadiense durante la segunda guerra mundial. Un Lunes, el hombre de 79 años y su esposa se presentaron en el departamento de policía de Winnipeg. Lo primero que dijo al oficial que lo asistió fue, “tengo una granada.” Les aseguro que él no estaba amenazando a nadie, solo dijo las cosas como eran. Con eso, él sacó la granada de una bolsa de y se la dio al oficial.
El oficial sorprendido mantuvo la calma. Sin embargo, llamó inmediatamente a los especialistas en explosivos. Fue entonces que las cosas empezaron a suceder. La mayor parte del edificio de seguridad pública fue evacuado, el departamento de bomberos fue puesto en alerta, y los especialistas en explosivos llegaron con toda su sofisticada parafernalia.
La granada aún estaba activa y el fusible intacto. “La he tenido en la casa todos estos años,” dijo el veterano. “La tenía en una repisa.” Su sobrino le había sugerido que lo mejor sería entregarla a la policía.
McDonald muy avergonzado se disculpó por la conmoción que había causado. Era solo un recuerdo de un entrenamiento en Escocia a principios de 1940.2
Una forma no muy sana de vivir y una de las peores es el enterrar y negar la ira sin resolver, dolor, amarguras, etc., del pasado. Estas son las emociones sobrealimentadas, reprimidas y negativas que, como una vieja granada de mano, al activarse pueden desencadenar una explosión emocional y dañar gravemente o destruir relaciones estrechas. Por otra parte, si estas emociones permanecen enterradas y por alguna razón se activan, pueden causar una explocion y destruir la salud y bienestar de una persona.
Como todas las directivas de Dios, no es sin buena razón que la Biblia nos asesora para deshacernos de estas emociones destructivas. Y no nos deshacemos de ellas al enterrarles y negar su existencia. Para resolverlas es imperativo que sean reconocidas y expresada en formas creativas en vez de una manera destructiva.
Se sugiere al siguiente oración: “Querido Dios, gracias por tu palabra que nos amonesta diciendo ‘Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.’ Por favor ayúdame a reconocer cualquiera de estas emociones y actitudes destructivas dentro de mí y muéstrame como resolverlas para deshacerme de ellas. Gracias por escuchar y responder a mis oraciones. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Efesios 4:31 (NVI). 2. Chad J Hedgepath. Citado en KneEmail, http://www.oakhillcoc.org/.
<:))))><
|
|