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Encuentros Diarios
Marzo 30, 2017
Relaciones: ¿Existe el amor verdadero?
“Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.”1
Una lectora de Encuentro Diario pregunta, ¿Existe el amor verdadero? He tenido tres relaciones que no han funcionado. Cada uno de ellos hizo grandes promesas que no cumplió. He tratado de sanar por mi misma leyendo artículos de inspiración, pero nada funcionó. Siempre le pregunto a Dios, ¿Por qué me ha pasado todo esto cuando yo les era fiel a ellos? ¿No hay alguien hecho para mí que me pueda dar amor? Siento que mi vida está llena de arrepentimientos/lamentaciones. ¿Por favor dígame lo que debo de hacer para sanar?
El problema principal con el que me contactan los lectores de Encuentros es acerca de los problemas en las relaciones. El hecho es que las relaciones amorosas—para las cuales fuimos creados—son vitales para una vida saludable. Sin estas relaciones pasamos por la vida en las sombras con una existencia vacía y solitaria—y es muy probable que tengamos una muerte prematura.
El amor verdadero existe, pero es el fruto del crecimiento personal, madurez y una salud tanto emocional como espiritual—porque solo al grado al que lleguemos en madurez así también lo serán nuestras actitudes, acciones, comportamientos, y nuestras relaciones.
Hablando en forma personal, tuve cantidad de problemas emocionales de mi niñez que tuve que reconocer y resolver antes de poder encontrar el amor de mi vida. Esto constó de un gran compromiso no sólo con Dios, buscando su ayuda, pero también el buscar a un consejero que me ayudara a sobreponerme a los problemas personales y a mis deficiencias.
Desafortunadamente, algunos cristianos están esperando que Dios traiga a sus vidas a la persona correcta. No es así como funciona. Si queremos sentirnos atraídos por la persona “correcta”, necesitamos ser esa “persona”. Las personas sanas sólo se sienten atraídas por personas sanas. En realidad, si somos totalmente honestos con nosotros mismos, podemos aprender bastante de nosotros mismos al mirar a nuestra pareja ya que somos tan sanos o enfermos como las personas a las que nos sentimos atraídos.
¿En el pasado por qué me sentía atraído por mujeres que tenían miedo de amar? Fue porque inconscientemente yo le tenía miedo al amor. Esto fue porque me sentí rechazado en mi niñez e inconscientemente temía ser lastimado nuevamente. Para superar mi miedo necesitaba reconocerlo y obtener toda la ayuda de asesoría necesaria para superarlo. ¿Fue fácil? No, a veces era extremadamente difícil, pero sabía que a menos que venciera mi miedo al amor pasaría el resto de mi vida huyendo del amor. Reconocí mi necesidad cuando mi dolor fue mayor que mi temor.
Por lo tanto, como la chica quién preguntó si existía el amor verdadero, si usted está luchando con relaciones pobres o problemáticas, empiece por pedirle a Dios que le confronte con la verdad acerca de usted mismo y lo que está causando que se sienta atraídos por las malas relaciones. Sin hacer frente a esta verdad, usted puede estar luchando en relaciones dolorosas por el resto de su vida. Como Jesús lo señaló, sólo la verdad nos hará libres.
Entonces pida a Dios que lo lleve hacia la ayuda que necesita para que a su vez lo guie en el proceso de curación y recuperación. Lamentablemente, en muchas partes del mundo puede ser extremadamente difícil encontrar asesoría de parte de una persona calificada. Si su puede leer y escribir en inglés, hay algunos lugares de asesoría sin costo que le podrían ser de utilidad. Para encontrar estos recursos vea http://www.actsweb.org/counseling_resources.php Me disculpo por no tener los recursos en español.
Se sugiere la siguiente oración: Querido Dios, por favor ayúdame a ver que mis relaciones problemáticas son tu llamada a despertar al hecho de que existen problemas sin resolver en mi vida. Por favor ayúdame a ver cuáles son estos problemas y ayúdame a encontrar la ayuda que necesito para mi curación y recuperación. Gracias por escuchar y responder a mis oraciones. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Juan 13:34 (NVI).
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