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Encuentros Diarios
Enero 03, 2018
Hazlo ahora
“Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro. El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo: sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno.”1
Recuerdo haber visto un interesante programa de televisión conmemorando la vida del conocido actor Gregory Peck, poco después de su fallecimiento. Obviamente, conocemos poco acerca de las vidas privadas de los actores famosos – excepto por lo que los tabloides desean que creamos. Sin embargo, siempre sentí una gran admiración por este talentoso actor.
Mientras mirábamos el programa le dije a mi esposa, como de repente me llego la sensación de que la vida es breve. Un hombre alcanza la cúspide de la fama, y si tiene la fortuna, tal vez permanezca allí por varios años y después desaparece. La vida se termina. Me recordó que eso también es verdad para mí. Hoy estamos aquí mañana no sabemos.
Nunca olvidare algunas de las últimas palabras de un amigo muy cercano quien, alrededor de los cuarenta años cayó víctima del cáncer y me dijo antes de morir, “Estoy muy enojado porque aun había muchas cosas más que quería hacer con mi vida y nunca encontré el tiempo para hacerlas. Y ahora es muy tarde.”
Cuando llegue al final de mi viaje no quiero tener nada que lamentar. Quiero saber que aun con mis debilidades humanas, le di a la vida lo mejor de mí al haber invertido en los valores eternos. Les deseo lo mismo a ustedes.
Probablemente han leído la famosa frase acreditada a Stephen Grellet, el líder religioso francés-americano a finales del siglo 18, quien dijo: “Espero pasar por este mundo solamente una vez; por lo tanto cualquier cosa buena que pueda hacer, o cualquier acto de bondad que pueda mostrarle a alguna criatura igual, permíteme hacerlo ahora; no me permitas que la aplace o que sea negligente, porque no pasaré por este camino de nuevo.”
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por el maravilloso privilegio que me has dado al servirte. Aquí estoy. Ayúdame a invertir la vida que me queda en los valores eternos y a tener una parte — aunque sea pequeña — en tus planes y en lo que estás haciendo en el mundo en el que vivo y a hacerlo hoy. Gracias por escuchar y responder a mis oraciones. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Salmos 103:14-16.
NOTA: para estar seguros de estar preparados para la vida después de la muerte y de ser un cristiano real ingrese a: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php
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