|
Encuentros Diarios
Diciembre 07, 2017
El confiar en Dios es una eleccion
“Confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?”1 “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”2
“Querido Dick Innes,” escribe un lector del Encuentro Diario. “No sé si es mi fe o si es a causa de los exámenes que falle en la universidad. Por favor ayúdeme a recobrar mi fe. He pasado varios de mis exámenes, pero no los otros. Sé que he decepcionado a Dios y le temo a su crítica. Mi fe se ha deteriorado drásticamente.”
Estimada Silvia (nombre cambiado), “cuando fallamos en los exámenes o cualquier otro tipo de prueba, no decepcionamos a Dios y él no nos ama menos por eso. Sin duda Dios siente por nosotros cuando fracasamos porque se preocupa profundamente por nosotros. Sin embargo, su amor por nosotros es totalmente incondicional. Él no nos ama en las bases de lo que hemos hecho o no hemos hecho. Él nos ama sólo porque somos una parte de su creación divina.
"Los padres que aman a sus hijos basándose en lo bien que van en la escuela o en sus logros en otras áreas están preparando a sus hijos para convertirse en perfeccionistas neuróticos, compulsivos o fracasados. Pueden estar seguros de que Dios, nuestro Padre celestial, nunca nos trata de esta manera.
“Me parece que usted se ha decepcionado a sí misma. Lo más probable es que cuando usted era pequeña probablemente sintió que nunca podría satisfacer a su padre terrenal (y/o madre). Recuerde siempre que Dios, su Padre celestial, no es lo mismo que su padre terrenal (o madre) o cualquier otra persona a quien usted no pudo satisfacer.
“En cuanto a su relación con Dios, lo más importante es elegir el confiar en él todos los días y entregar su vida a él cada día por el resto de su vida. Eso es lo que yo hago y eso es lo que hizo el Rey David cuando sentía miedo.”
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por amarme aun cuando he fallado y porque tu amor por mí no está basado en como hago las cosas. Por favor ayúdame a siempre dar lo mejor de mí y a estar satisfecho con ello. Ayúdame a sentir tu amor en mi corazón todo el tiempo — bueno o malo. Con tu ayuda elijo el entregar mi vida a ti diariamente y confiarte mi vida y mis caminos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Salmos 56:11 (NVI).
2. 1 Pedro 5:7.
<:))))><
|
|