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Encuentros Diarios
Diciembre 12, 2017
Tiradores de culpas contra los que atrapan las culpas
“Sino que, siguiendo la verdad en amor, hablando con la verdad, viviendo con la verdad, haciendo las cosas con la verdad, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.”1
Una lectora del Encuentro Diario pregunta, “Estoy en mis cincuentas y mi madre aun me controla con la culpa. ¿Qué puedo hacer para detenerla?”
Tan extraño como parezca esta mujer no está sola en esta situación de ninguna manera. Algunos padres desean controlar a sus hijos adultos hasta el día de su muerte.
Mi respuesta a esta mujer fue, “No puede detener a su madre de ser una persona a quien le gusta hacer sentir culpables a los demás, pero usted si puede dejar de ser la persona que atrapa/acepta la culpa.”
El echar la culpa y el aceptar la culpa son dos caras de la misma moneda. Los que disfrutan de culpar sólo le tiran la culpa a los que la aceptan…y ambos participan en “esta danza de culpabilidad” (esto es culpa falsa). No se puede tener una sin la otra. Ambos tienen la misma necesidad de ayuda. El hecho es que nadie me puede hacer sentir culpable o cualquier otra cosa sin mi cooperación y mi permiso.
Lo que hace la persona a quien le gusta culpar a los demás es su propio problema. La forma en la que respondo es siempre mi responsabilidad. Es decir, si soy un receptor de culpabilidad, ese es mi problema y mi responsabilidad es la de superarlo. Y mientras que yo no puedo detener o cambiar a la otra persona, puedo cambiarme a mí mismo y dejar de capturar/aceptar la culpabilidad que otros tiran en mi dirección.
Para cambiar yo tengo que reconocer mi parte y admitir que, también tengo un problema. Soy un receptor de culpabilidad porque probablemente lo aprendí en la infancia y temo a decir no por miedo a no ser aceptado, o porque le temo al conflicto. Pero además de todo esto, cuando permito que se me controle por medio de la culpa o cualquier otra cosa, me siento frustrado y enojado.
Hay dos cosas que tenemos que hacer para dejar de ser un receptor de culpabilidad. Una es a largo plazo. La otra es a corto plazo. En cuanto al largo plazo, es necesario seguir trabajando en mi propio crecimiento, de manera que pueda desarrollar una autoestima saludable, y no me moleste decir no a alguien independientemente de si les agrado o no. Para obtener resultados inmediatos, una de las cosas más útiles que se puede hacer es reconocer inmediatamente cuando alguien está intentando hacernos sentir culpables y decir amablemente, pero con firmeza, “¿no estás intentando hacerme sentir culpable?”
Por supuesto lo negarán, pero si usted continua respondiendo de esta manera, no pasará mucho tiempo antes de que dejen de lanzar la culpa en su dirección y busquen a alguien más a quien culpar.
Los mismos principios de recuperación se aplicarán si usted es una persona que culpa a los demás. Necesita entrar en un programa de crecimiento de manera que pueda desarrollar un autoestima saludable para aprender a no tratar de estar en control de cada situación para sentirse bien acerca de si mismo. Reconocer lo que está haciendo y ver cómo esto es perjudicial para usted y para otros y, con la ayuda de Dios, poco a poco dejara de hacerlo.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, si atrapo o hecho culpas, por favor ayúdame a verme a mí mismo como tú me ves, confróntame con las fallas de mi carácter, y guíame hacia la ayuda que necesito para recuperarme, para seguir a la verdad en amor, hablando con la verdad, viviendo con la verdad, haciendo las cosas con la verdad, y así ser mas y mas como Cristo. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Efesios 4:15.
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