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Encuentros Diarios
Diciembre 17, 2020
Trabajar Con Diligencia
“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.”1
King Duncan de Oraciones dinámicas comparte como “Vince Lombardi ha sido descrito en varias ocasiones como uno de los mejores entrenadores de futbol en tiempos modernos. El era un gran motivador. Frente a un grupo de redactores de deportes, en una ocasión el explicó cómo era que los Empacadores de Green Bay habían ganado tantos juegos. Todos esperaban algún comentario profundo con respecto a la complexidad del juego de futbol y acerca del genio que el equipo tenía como entrenador quien estaba a punto de revelar el misterio de su éxito. En su lugar la respuesta fue sencilla y directa.
“Lombardi dijo, ‘el fútbol es un juego que requiere que uno mueva el balón 10 yardas en cuatro intentos. Los partidos de fútbol no se ganan con pases de 50 yardas o corriendo las 90 yardas. Se ganan moviendo el balón 10 yardas en cuatro intentos. El otro equipo hará todo lo que esté en su poder para evitar que el contrincante alcance ese objetivo. Por lo que este es un juego de quien está mejor preparado. Quién tiene más deseos de ganar, y quien nunca pierde de vista el hecho de que todo lo que tienen que hacer es mover el balón 10 yardas a la vez.’ Vince Lombardi era un ganador porque nunca perdió de vista la importancia de trabajar con diligencia.”
Lombardi no estaba diciendo que no tengamos objetivos vale la pena. Para nada. Su objetivo era ganar juegos de fútbol. Nuestro objetivo como cristianos es el de ganar en lo que Dios nos llama a ser y hacer. Y eso no se logra de la noche a la mañana. Es la planeación constante durante el camino, a través de los años. Al igual que con el apóstol Pablo, no ganamos el premio de Dios hasta que nuestro trabajo en la tierra está terminado.
Como también lo dijo el Apóstol Pablo, “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.”2
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por el llamado de Jesucristo. Ayúdame a mantener mis ojos en la meta a la que me has llamado porque en lo que me convierta y en lo que haga con mi vida te estaré sirviendo. Y ayudarme a nunca darme por vencido para que al final sea un ganador ante tu mirada. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. Filipenses 3:13-14.
2. Gálatas 6:9-10 (NVI).
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