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Encuentros Diarios
Diciembre 01, 2020
Escalando Montes
“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.”1
Hace algunos años ore y le pedí a Dios que me diera algo especial que me equipara para servirle mejor. ¿Respondió Dios a mi oración? Por un largo tiempo pensé que no. Recibí lo contrario a lo que tenía en mente cuando pedí en oración, y por largo tiempo resulto ser una pesadilla. Pero debo de admitir que si existe una profundidad en el ministerio que el Señor me ha confiado hoy en día, mucho de esto lo aprendí durante esos años tormentosos. Ahora veo claramente que dios respondió a mi oración y a pesar de que la experiencia fue en ocasiones increíblemente dolorosa, creo firmemente que soy un mejor hombre gracias a ella.
Las siguientes palabras del viejo poema son sencillas, pero, para mí son muy profundas:
Por cada cima que tuve que escalar,
Por cada piedra que lastimo mis pies,
Por toda la sangre, sudor y polvo,
Por las tormentas cegadoras y el ardiente calor,
Mi corazón canta un canto de agradecimiento –
Esas son las cosas que me hicieron fuerte.
Por todas las penas y las lágrimas,
Por toda la angustia y el dolor,
Por días nublados y los años sin frutos
Y por las esperanzas que se han vivido en vano;
Doy gracias, porque ahora sé,
Estas son las cosas que me hicieron crecer.
Estas y no las cosas sencillas de la vida
Las cuales estimulan nuestra voluntad de seguir,
Pero la adversidad y los conflictos
Mantiene viva a nuestra voluntad.
Sobre caminos cubiertos de rosas pasan los débiles,
Pero los corazones valientes se atreven a escalar la cima.2
Como se menciono anteriormente, Dios quiere que usemos nuestros problemas para hacernos mejor. Satanás desea usarlos para hacernos dudar y que tengamos resentimientos. El ser mejor o resentidos es la elección de cada persona.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, al mirar hacia atrás puedo ver como tú has utilizado los tiempos difíciles en mi vida para ayudarme a crecer, para ser más comprensivo y sensitivo con los demás, y para estar mejor preparado para servirte. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.”
1. Santiago 1:2-4 (NVI).
2. Autor Desconocido
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