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Encuentros Diarios
Septiembre 09, 2021
Viviendo con alegria
"Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús."1
Vance Havner solía decir que "el preocuparse es como sentarse en una mecedora, te mantendrá ocupado peo no te llevara a ningún lado."
Esto me recuerda de la famosa historia de Jean Henri Fabre, el naturista francés, y sus orugas procesionales. El encontró algunas de estas interesantes criaturas un día mientras caminaba por el bosque. Ellas iban marchando en una larga línea y pensó que sería muy divertido ver a estos animales marchar en un círculo.
"Así que, Fabre capturó suficientes orugas para rodear la orilla de una maceta. Las unió nariz con la parte posterior y les hizo caminar en el círculo. Por días ellos dieron vueltas en círculo como un carrusel eterno. A pesar de que la comida estaba cercas y accesible, las orugas murieron de inanición en una marcha sin fin que les llevaba a ninguna parte."2
Hay mucha gente como las orugas. Se preocupa al punto de enfermarse sobre temores infundados que casi los paralizan, sin darse cuenta que el 95 por ciento de las cosas que temen nunca suceden, y el otro cinco por ciento probablemente no sucederá.
Otras personas vagan perdidas a través de la vida sin un propósito y sin una meta significativa que valga la pena. Aún más trágico son los millones de personas que pasan por la vida sin nunca haber hecho planes y preparación para la vida después de la muerte.
Similar a las orugas procesionales, estas personas no sólo pasan su vida yendo en círculos, sino que estos círculos van en disminución hasta que su vida se disminuye en la nada. Una terrible manera de vivir. Una forma trágica de morir.
Pero para aquellos que descubran el propósito que Dios tiene para su vida y planean y viven de acuerdo a el plan, así como vivir en armonía con la voluntad de Dios, cuando llegan al final del viaje de la vida, tienen la garantía de encontrarse con Dios cara a cara y escuchar sus palabras de bienvenida en la entrada del cielo. "Bien hecho, buen y fiel sirviente, entra en la alegría de el Señor." Una manera alegre de vivir. ¡Una triunfante forma de morir!
Se sugiere la siguiente oración: "Dios mío, gracias por tener un propósito divino para mi vida. Por favor ayúdame a descubrir lo que es y, con tu ayuda empezar a trabajar en el hoy. Gracias por escuchar y responder a mis oraciones. En el nombre de Jesús, amen."
1. Filipenses 3:13-14 (NVI).
2. De King Duncan http://www.sermons.com/.
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