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Encuentros Diarios
Junio 28, 2017
Leyes universales
"Tu palabra es una lámpara a mis pies, es una luz en mi sendero."1
"La Biblia ha cambiado las vidas de mas personas que cualquier otro libro." Dice W. Clement Stone. "Ha ayudado a millares a desarrollar una salud física, mental y moral."
Por lo menos aquí en Estados Unidos, el acelerado incremento del decline moral, la destrucción del matrimonio, la promoción de la homosexualidad como una forma de vida alternativa, impensables practicas de aborto, el incesante bombardeo de sitios pornográficos en el Internet y pedofilia pornográfica, etc., etc., están, sin lugar a dudas, directamente relacionadas a los crecientes ataques en contra de la biblia, el cristianismo, los diez mandamientos, y las leyes que prohíben el orar y la exposición de símbolos cristianos en lugares públicos.
Cada regla, cada ley, cada principio en la Palabra de Dios, la Biblia, está allí, no porque a Dios no le guste divertirse, pero para nuestra protección y el bienestar físico, emocional y espiritual del individuo, la familia, la comunidad y la nación como tal.
La ley moral de Dios es una ley tan universal como lo es la ley de la gravedad. Sabemos que no debemos de quebrar esta ley. De hecho, no podemos quebrar la ley de la gravedad. Si lo intentamos, esta nos quebrará. O mejor aún nos lastimamos a nosotros mismos al no obedecerla. Esta ley mantiene al universo junto, mantiene a los planetas en sus orbitas, y a la tierra rotando alrededor del Sol. Tambien mantiene nuestros pies en esta vieja madre tierra. Sin ella la vida no podría existir en la Tierra.
De la misma forma, la ley moral de Dios mantiene unida a la moral universal. Esto, también, es para nuestra protección y total bienestar. Al igual que la ley de la gravedad tampoco la podemos quebrantar. Cuando lo intentamos termina quebrándonos. O mejor dicho, en nuestra indiferencia de ella, nos romper y nos destruye a nosotros mismos.
En este sentido no es Dios, quien nos juzga por ignorar sus leyes. Nosotros mismos nos buscamos la sentencia o las consecuencias naturales. Obedeciendo la palabra de Dios nos lleva a la vida. Haciendo caso omiso de ella y yendo por nuestro propio camino nos lleva, no sólo al desastre en esta vida, sino también a la muerte eterna después de la vida—que no es el cese de la vida pero la separación eterna de Dios, el autor de todo el amor y la vida.
En otras palabras, las leyes de Dios están para protegernos del infierno—el infierno en la tierra y el infierno después de la muerte. Estamos haciendo caso omiso de las leyes de Dios para nuestra propia peligro y acabar infelizmente destruyendo a nosotros mismos. Estamos haciendo caso omiso de las leyes de Dios a nuestro propio riesgo y terminamos infelizmente destruyéndonos a nosotros mismos.
Se sugiere la siguiente oración: Dios mío, gracias, por habernos dado las palabras de vida – y porque nos has dado todas las leyes que necesitamos para vivir una vida completa, llena y satisfactoria. Dame un amor y un gran respeto por tus leyes y ayúdame a vivir en armonía con ellas. Y por favor permite un gran despertar espiritual a través de la nación para que retomemos tus leyes para que podamos salvar nuestro mundo para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
1. Salmos 119:105 (NVI).
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