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Encuentros Diarios
Junio 05, 2017
¿Por qué no cura Dios la distrofia muscular?
"Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir."1
Un lector de Encuentros Diarios nos dice, actualmente estoy sufriendo las etapas avanzadas de la distrofia muscular. He orado a Dios por la sanación de mi enfermedad incurable durante muchos años—todo en vano. Mi familia ha perdido la esperanza de una cura. He estado con un tubo de alimentación durante cuatro años. ¿Por qué Dios no cura las enfermedades genéticas neurológicas y le da esperanza a la gente que sufre como yo?
Hola, Rex (nombre cambiado), confieso que no sé por qué Dios no curan muchas enfermedades. A veces Dios curar estos males y a veces no. Personalmente hablando, hay enfermedades mentales en mi familia y una hermana, mi hijo y un sobrino, todos ellos sufren y nunca han sido curados. La cruda realidad es que vivimos en un mundo quebrantado, pecaminoso y enfermo. . . un mundo que ha sido fracturado por la enfermedad del pecado y no habrá ninguna liberación de tanta maldad, enfermedad y dolor hasta que el Señor Jesús regrese y tome a todos sus seguidores verdaderos con él para siempre en el cielo donde, gracias a Dios, no habrá más tristeza, enfermedad, pesar o sufrimiento.
Mi deseo personal es que Dios acelerara el día del retorno de Cristo para poner fin a todo el mal y el sufrimiento en el mundo. Pero Dios siempre hace las cosas en su momento—nunca en el nuestro y eso es sin duda alguna algo buen.
Mientras tanto, seguimos batallando. Sugiero que todos los días por el resto de su vida entregue y confíe su vida y sus caminos al Señor. Dígale a Dios que está disponible con todos sus problemas y enfermedades e invítelo a ayudarle de alguna manera a ser "como Jesús" con cada vida que toque. Y que Dios le utilice de alguna manera—no importa que tan pequeña sea—para ser un canal de su amor en cada vida que toque. Es sorprendente lo que Dios puede hacer en y a través de las personas independientemente de sus circunstancias cuando su vida está totalmente comprometida a él.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, hay tantas cosas en la vida que no comprendemos. Así que en las palabras de la oración de la serenidad, 'Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la diferencia.' Y sin importar mis circunstancias por favor ayúdame a ser de alguna manera un canal de tu amor con cada vida que toque. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Apocalipsis 21:4.
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