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Encuentros Diarios
Junio 14, 2017
El deber contra el querer
"En donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad."1
Recientemente tuvimos una situación crítica. Joy salió de la ciudad para encargarse de asuntos familiares y me aseguró que no había necesidad de que yo la acompañara. Debido a que yo estaba bajo mucha presión, hubiese sido mejor que me quedara en casa. Pero para mí era importante acompañarla, no porque debiera, pero porque quería estar con Joy para apoyarla así como a su familia.
¿Han estado alguna vez en alguna situación similar y han notado la gran diferencia entre el deber y el querer? Si yo hago ciertas cosas sólo porque deba y mi corazón no está en ello, ¿que tan genuino es eso? Estoy hablando más acerca del tipo de "deberes" compulsivos que en ocasiones pueden ser muy confusos.
Si alguna vez han luchado con ligeros "deberes" compulsivos ¿Cómo pueden ustedes saber lo que es de Dios, de ustedes mismos, o incluso del enemigo?
"Deberes" compulsivos puede provenir de varias fuentes. Pueden provenir de una condición mental en el cerebro que es hereditaria, o por la necesidad del codependiente de ser popular, aceptado y admirado. Pueden provenir de una necesidad neurótica de aprobación, por motivos falsos, por venganza o aun para manipular a los demás. Tambien pueden provenir de un espíritu de legalismos que nos mantienen en terribles condiciones de servidumbre.
O pueden provenir del enemigo — como va el viejo dicho, si Satanás no nos puede arrastrar hacia una vida de pecado y libertinaje, él intentará empujarnos hasta llegar a la cima, por lo que nos convertimos en "mentes Celestiales, mente que no son de uso terrenal." Este era yo en mis días de juventud. Era como si hubiese una voz dentro de mi cabeza que solía decir, "es mejor que hagas esto o mejor que no lo hagas." O mejor haces o mejor no hacerlo". En el momento pensé que esta voz interior era de Dios diciéndome lo que debería de hacer y lo que no debería de hacer. En ocasiones llegó a ser una voz muy confusa.
Con la ayuda de un pastor comprensivo, el factor determinante para mí fue este: ¿había un espíritu de libertad en lo que me decía esta "voz interior" o era un espíritu de servidumbre? ¿En mi corazón quería realmente hacer esto o me dejaba llevar por una compulsión? Si se tratara de esto último, sabría que no era un deseo genuino en mi corazón y que no provenía de Dios, porque, como dice la palabra de Dios, "en donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad."
Se siguiere la siguiente oración: "Querido Dios, en todas las luchas y los retos de la vida y cuando me siento confundido sobre lo que es lo correcto para mi, por favor dame el espíritu del discernimiento para así saber lo que es por motivos falsos, lo que es de un espíritu legalista o del enemigo, y lo que es de ti. Y por favor ayúdame a crecer para poder ser lo que tú realmente deseas que sea y hacer lo que deseas que haga. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. 2 Corintios 3:17 (NVI).
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