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Julio 07, 2017

"Les expreso este extraño y maravilloso secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados. . . . Porque nuestros cuerpos terrenales, los que tenemos ahora que puede morir, deben transformarse en cuerpos celestes que no perecerán sino que vivirán para siempre."¹

Ayer dimos referencias de aquellos que vieron a Jesús después de su resurrección. Los siguientes son más testigos: Ocho días después de su resurrección, Jesús fue visto de nuevo por los discipulos² y en el Lago de Tiberíades (Mar de Galilea) por siete de sus discípulos—incluyendo a Pedro, Santiago y Juan.³

En una montaña de Galilea, Jesús aparecido frente a más de 500 de sus seguidores en una ocasion.⁴ Él también se le apareció a su hermano, Santiago, quien antes de la resurrección de Cristo le rechazó totalmente como al Mesias.⁵ Quizás una de las evidencias más fuertes de la resurrección es este dramático cambio en Santiago, quien se convirtió en uno de los líderes principales de la iglesia cristiana.

En el Monte de los Olivos, en el día de su regreso al cielo, Cristo fue visto nuevamente por once de sus discípulos, los hermanos de Jesús y varias mujeres, incluyendo a su madre.⁶ después el Cristo ascendido apareció en una luz cegadora a Pablo en el camino a Damasco,⁷ a Esteban cuando estaba siendo lapidado,⁸ a Pablo nuevamente en el templo,⁹ y finalmente a Juan en la isla de Patmos.¹⁰

Alrededor del año 100 D.C., Flavio Josefo el historiador judío, escribió en sus antigüedades que Jesús "se les apareció vivo en el tercer día, como lo habían predicho los profetas divinos y otras diez mil cosas maravillosas sobre él."¹¹ Ya que Josefo era un judío que escribía para complacer a los romanos, esta historia podría no haberles complacido en lo más mínimo. Él no lo habría incluido si esto hubiese sido falso.¹² Los hombres en la antigüedad creían que existía la vida después de la muerte. El mismo Jesucristo enseñó esto y lo comprobó con su propia resurrección. Josefo, el historiador judío, reportó sobre la resurrección de Cristo. Y ahora la ciencia moderna parece confirmar lo que la Biblia ha estado enseñando por varios miles de años — que hay vida después de la muerte.

Sin embargo, el punto crucial es, el estar seguros que estamos personalmente listos para la vida más allá de la tumba. Podemos estarlo al confesar nuestros pecados a Dios, al reconocer nuestra necesidad de Dios y respondiendo a la llamada de Jesucristo a recibirlo como Señor y Salvador personal. Para asistirlo en hacer esto y para estar seguros de estar preparados para la vida después de la muerte lean: "Como saber que es cristiano autentico, sin tener que ser religioso" en:
http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.

La Palabra de Dios dice, "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna."¹³

Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias nuevamente por la garantía en tu Palabra sobre la vida después de la muerte para todos tus seguidores fieles. Por favor, ayúdame a saber con certeza que he aceptado a Jesús como a mi Salvador y que estoy preparado para la vida venidera. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."

1. I Corintios 15:51, 53.
2. Juan 20:26-28.
3. Juan 21:1-23.
4. I Corintios 15:6.
5. I Corintios 15:7.
6. Hechos 1:9-14.
7. Hechos 9:3-6.
8. Hechos 7:55.
9. Hechos 22:11; 17-21.
10. Revelaciones 1:10-19.
11. Josefo, Antigüedades, Libro 18, capítulo 3, v. 3.
12. Josh McDowell, Evidencias que demandan un veredicto, p.194. Cruzada por Internacional por Cristo. Inc., Derechos Reservados 1972. Utilizado con autorización.
13. Juan 3:16.

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